Sergipe, norte de Brasil: Paulo Freire inicia una nueva jornada de grabajo con su grupo de campesinos muy pobres, que se están alfabetizando.
- ¿Cómo estás, Joao?
Joao calla. Estruja su sombrero. Largo silencio, y por fin dice:
- No puedo dormir. Toda la noche sin pegar los ojos.
Más palabras no le salen de la boca, hasta que murmura:
- Ayer yo escribí mi nombre por primera vez.
*En la actualidad, un total de 11 millones de brasileños mayores de 15 años son analfabetos, según los datos correspondientes a 2019 divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
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