viernes, 30 de agosto de 2019

Carta abierta de un escritor a la Junta Militar - Rodolfo Walsh


1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años. El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.

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El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron. Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo. Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivitas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.

2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror. Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.1 Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados. De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo.
Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras. La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.2 Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerrilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.

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3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga. Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras. Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos. Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.
El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 o 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.3 Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y Ios partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.
Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.4 El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.

4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.5 Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, "con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles" según su autopsia. Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.6 Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora. En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces dc atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti.
Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre "violencias de distintos signos" ni el árbitro justo entre "dos terrorismos", sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.8 La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay.9 La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.
Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de "Prensa Libre" Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales. A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: "La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal".10

5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada. En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar11, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.
Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%12 prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.13 Los resultados de esa política han sido fulminantes.
En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la "racionalización". Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subterráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe. Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar "el país", han sido ustedes más afortunados.
Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia. Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.

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6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete. Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: "Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos".14 El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el "festín de los corruptos".
Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideología que amenaza al ser nacional. Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas. Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022 Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

1 Desde enero de 1977 la Junta empezó a publicar nóminas incompletas de nuevos detenidos y de "liberados" que en su mayoría no son tales sino procesados que dejan de estar a su disposición pero siguen presos. Los nombres de millares de prisioneros son aún secreto militar y las condiciones para su tortura y posterior fusilamiento permanecen intactas.
2 El dirigente peronista Jorge Lizaso fue despellejado en vida, el ex diputado radical Mario Amaya muerto a palos, el ex diputado Muñiz Barreto desnucado de un golpe. Testimonio de una sobreviviente: "Picana en Ios brazos, las manos, los muslos, cerca de Ia boca cada vez que lloraba o rezaba... Cada veinte minutos abrían la puerta y me decían que me iban hacer fiambre con la máquina de sierra que se escuchaba".
3 "Cadena Informativa", mensaje Nro. 4, febrero de 1977.
4 Una versión exacta aparece en esta carta de los presos en la Cárcel de Encausados al obispo de Córdoba, monseñor Primatesta: "El 17 de mayo son retirados con el engaño de ir a la enfermería seis compañeros que luego son fusilados. Se trata de Miguel Angel Mosse, José Svagusa, Diana Fidelman, Luis Verón, Ricardo Yung y Eduardo Hernández, de cuya muerte en un intento de fuga informó el Tercer Cuerpo de Ejército. El 29 de mayo son retirados José Pucheta y Carlos Sgadurra. Este úItimo había sido castigado al punto de que no se podía mantener en pie sufriendo varias fracturas de miembros. Luego aparecen también fusilados en un intento de fuga".
5 En los primeros 15 días de gobierno militar aparecieron 63 cadáveres, según los diarios. Una proyección anual da la cifra de 1500. La presunción de que puede ascender al doble se funda en que desde enero de 1976 la información periodística era incompleta y en el aumento global de la represión después del golpe. Una estimación global verosímil de las muertes producidas por la Junta es la siguiente. Muertos en combate: 600. Fusilados: 1.300. Ejecutados en secreto: 2.000. Varios. 100. Total: 4.000.
6 Carta de Isaías Zanotti, difundida por ANCLA, Agencia Clandestina de Noticias.
7 "Programa" dirigido entre julio y diciembre de 1976 por el brigadier Mariani, jefe de la Primera Brigada Aérea del Palomar. Se usaron transportes Fokker F-27.
8 El canciller vicealmirante Guzzeti en reportaje publicado por "La Opinión" el 3-10-76 admitió que "el terrorismo de derecha no es tal" sino "un anticuerpo".
9 El general Prats, último ministro de Ejército del presidente Allende, muerto por una bomba en setiembre de 1974. Los ex parlamentarios uruguayos Michelini y Gutiérrez Ruiz aparecieron acribillados el 2-5-76. El cadáver del general Torres, ex presidente de Bolivia, apareció el 2-6-76, después que el ministro del Interior y ex jefe de Policía de Isabel Martínez, general Harguindeguy, lo acusó de "simular" su secuestro.
10 Teniente Coronel Hugo Ildebrando Pascarelli según "La Razón" del 12-6- 76. Jefe del Grupo I de Artillería de Ciudadela. Pascarelli es el presunto responsable de 33 fusilamientos entre el 5 de enero y el 3 de febrero de 1977.
11 Unión de Bancos Suizos, dato correspondiente a junio de 1976. Después la situación se agravó aún más.
12 Diario "Clarín".
13 Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan Mario Aguirre de ATE, Jorge Di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith de Luz y Fuerza. Los secuestros y asesinatos de delegados han sido particularmente graves en metalúrgicos y navales.
14 Prensa Libre, 16-12-76.

jueves, 29 de agosto de 2019

Neoliberalismo, sociedad civil y democracia : ensayos sobre Venezuela y América Latina

En este libro se agrupan seis estudios sobre la democracia en Venezuela y América Latina, escritos a partir de 1988, pero principalmente entre los años 1993 y 1994. En estos se exploran desde distintos ángulos problemas centrales en torno a las potencialidades y limitaciones de la democracia, teniendo los primeros cuatro trabajos como referencia a Venezuela, y los dos últimos un ámbito continental. 
El primer texto, "Acción social, efectividad simbólica y nuevos ámbitos de lo político", fue escrito conjuntamente con Gabriela Uribe. Fue presentado en la Conferencia 20 Aniversario CLACSO Identidad Latinoamericana, modernidad y post-modernidad, Buenos Aires, octubre de 1987. Publicado originalmente en: Fernando Calderón (compilador), Imágenes Desconocidas. La modernidad en la encrucijada postmoderna, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Buenos Aires, 1988. 


"Democratización y autoritarismo: Tendencias actuales del sistema político". Fue presentado en el XVIII Congreso de la Asociación Latinoamericano de Sociología, La Habana 28 al 31 de mayo de 1991, y publicado originalmente en Economía y Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Central de Venezuela, Caracas, enero-junio, 1994. 
"El impacto del ajuste neoliberal 1989-1993", fue presentado en el XVIII International Congress. Latin American Studies Association, Atlanta, Georgia, marzo, 1994, en el panel "Globalización, ajuste y restructuración política: El caso venezolano" organizado por Luis Gómez Calcaño. Publicado originalmente como: "Venezuela: L'impact de l'ajustment néo-libéral (1989-1993), en Problèmes d' Amérique latin, La Documentation Fraçaise, París, enero-marzo, 1994. 
"Movimientos sociales urbanos, sociedad civil y nuevas formas de ciudadanía" fue presentado en el XIII Congreso Mundial de Sociología, Comité de Investigación: Clases sociales y movimientos sociales. Actores y movimientos urbanos: El acceso a la ciudadanía en América Latina, organizado por Paolo J. Krischke y Lucio Kowarick. Bielefeld, Alemania, 18 al 23 de julio de 1994. Publicado originalmente en Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Central de Venezuela, Caracas, número 2-3, abril-septiembre, 1995. 
El texto "Proyecto neoliberal/neoconservador, reforma del Estado y democracia" fue presentado en el Seminario Internacional Integración y Democratización en América Latina: El Camino Recorrido, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Doctorado en Ciencias Sociales, México D.F. 5 al 10 de julio de 1993.
Por último, el ensayo "Democracia liberal, modernización y utopía" fue presentado en el 48 Congreso Internacional de Americanistas, Estocolmo/Uppsala 4 al 9 de julio de 1994, en el Simposium: Utopía y América Latina, coordinado por Horacio Cerruti-Golberg y Oscar Agüero. 
Salvo pequeñas correcciones de estilo, y el intento por eliminar repeticiones excesivas entre ensayos que fueron escritos separadamente, las presente publicación preserva las versiones originales de estos textos. Dado que no fueron pensados unitariamente, cada uno de estos ensayos puede ser leido independientemente, de acuerdo al interés del lector.

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sábado, 24 de agosto de 2019

Primera intervención del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz por Radio Rebelde, 14 de abril de 1958


A la opinión pública de Cuba y a los pueblos libres de la América Latina.

He marchado sin descanso días y noches desde la zona de operaciones de la Columna No. 1, bajo mi mando, para cumplir esta cita con la emisora rebelde.

Duro era para mí abandonar mis hombres en estos instantes, aunque fuese por breves días, pero hablarle al pueblo es también un deber y una necesidad que no podía dejar de cumplir.
Odiosa como es la tiranía en todos sus aspectos, en ninguno resulta tan irritante y groseramente cínica como en el control absoluto que impone a todos los medios de divulgación de noticias, impresas, radiales y televisadas.

Resultado de imagen para fidel castro escritosLa censura, por sí sola tan repugnante, se vuelve mucho más, cuando a través de ella no solo se intenta ocultar al pueblo la verdad de lo que ocurre sino que se pretende, con el uso parcial y exclusivo de todos los órganos normales de divulgación, hacerle creer al pueblo lo que convenga a la seguridad de sus verdugos.

Mientras ocultan la verdad a toda costa, divulgan la mentira por todos los medios.

No escucha el pueblo otras noticias que los partes del Estado Mayor de la Dictadura. Al ultraje de la censura se impone a la prensa el ultraje de la mentira. Y a esos mismos periódicos y emisoras, a los que un inquisidor severo y vigilante impide la publicación de toda noticia verdadera, se les obliga a informar y emitir todo cuanto la dictadura informa. Se arrebatan al pueblo sus órganos de opinión para convertirlos en vehículos de la opresión. La tiranía pretende engañar constantemente al pueblo, como si el mero hecho de negarle toda información que no venga de fuente oficial no bastase a invalidar todas sus informaciones.
¿ y a quién ha de creer el pueblo? ¿A los criminales que lo tiranizan, a los traidores que le arrebataron su Constitución y sus libertades, a los mismos que censuran la prensa y le impiden publicar con libertad la más insignificante noticia? ¡Torpes, si lo piensan, porque a un pueblo se le puede obligar a todo por la fuerza, menos a creer!
Cuando se escriba la historia real de esta lucha y se confronte cada hecho ocurrido con los partes oficiales del régimen, se comprenderá hasta qué punto la tiranía es capaz de corromper y envilecer las instituciones de la República, hasta qué punto la fuerza al servicio del mal es capaz de llegar a extremos de criminalidad y barbarie, hasta qué punto una soldadesca mercenaria y sin ideología puede ser engañada por sus propios jefes. ¿Qué les importa, después de todo, a los déspotas y verdugos de los pueblos la desmentida de la historia? Lo que les preocupa es salir del paso y aplazar la caía inevitable.

Yo no creo que el Estado Mayor mienta por vergüenza.
El Estado Mayor del Ejército de Cuba ha demostrado no tener pudor alguno.

El Estado Mayor miente por interés; miente para el pueblo y para el Ejército; miente para evitar la desmoralización en sus filas; miente porque se niega a reconocer ante el mundo su incapacidad militar, su condición de jefes mercenarios, vendidos a la causa más deshonrosa que puede defenderse; miente porque no ha podido, a pesar de sus decenas de miles de soldados y los inmensos recursos materiales con que cuenta, derrotar a un puñado de hombres que se levantó para defender los derechos de su pueblo. Los fusiles mercenarios de la tiranía se estrellaron contra los fusiles idealistas que no cobran sueldo. Ni la técnica militar, ni la academia, ni las armas más modernas sirvieron de nada.
Es que los militares, cuando no defienden a la Patria, sino que la atacan, cuando no defienden a su pueblo sino que lo esclavizan, dejan de ser institución para convertirse en pandilla armada, dejan de ser militares para ser malhechores, y dejan de merecer, no ya el sueldo que arrancan al sudor del pueblo, sino hasta el sol que los cobija en la tierra que están ensangrentando con deshonor y cobardía.
Y esos mismos militares que nunca han defendido a la Patria de un enemigo extraño, que nunca se han ganado una medalla en los campos de batalla, que deben sus grados a la traición, al nepotismo y al crimen, emiten partes de guerra anunciando 10,20,30 y hasta 50 compatriotas muertos por sus armas homicidas, como si fuesen victorias de la Patria, cual si cada cubano asesinado, porque esas son las bajas que ellos anuncian, no tuviese hermanos, hijos, esposa o padres. Solamente con los familiares de los compatriotas ultimados habría para librar una guerra victoriosa.

Nosotros no hemos asesinado jamás un prisionero enemigo. Nosotros no hemos abandonado jamás un adversario herido en los campos de batalla; y eso es y será siempre para nosotros una honra y un timbre de gloria; nosotros sentimos con dolor cada adversario que cae, aunque nuestra guerra sea la más justa de las guerras, porque es una guerra por la libertad.
Pero el pueblo de Cuba sabe que la lucha se está librando victoriosamente; el pueblo de Cuba sabe que a lo largo de diecisiete meses, desde nuestro desembarco con un puñado de hombres que supieron afrontar la derrota inicial sin cejar en el patriótico empeño, la Revolución ha ido creciendo incesantemente; sabe que lo que era chispa hace apenas un año es hoy llamarada invencible; sabe que ya no se lucha solo en la Sierra Maestra, desde Cabo Cruz hasta Santiago de Cuba; sino también en la Sierra Cristal, desde Mayarí hasta Baracoa; en la llanura del Cauto, desde Bayamo hasta Victoria de las Tunas; en la Provincia de Las Villas, desde la Sierra  Escambray  hasta la  Sierra de Trinidad y en las montañas de Pinar del Río; en las propias calles de ciudades y pueblos se lucha heroicamente; pero sobre todo, sabe el pueblo de Cuba que la voluntad y el tesón con que iniciamos esta lucha se mantiene inquebrantable, sabe que somos un ejército surgido de la nada, que la adversidad no nos desalienta, que después de cada revés la Revolución ha resurgido con más fuerza; sabe que la destrucción del destacamento expedicionario del Granma no fue el fin de la lucha sino el principio; sabe que la huelga espontánea que siguió al asesinato de nuestro compañero Frank País no venció a la tiranía pero señaló el camino de la huelga organizada; que sobre el montón de cadáveres con que la dictadura ahoga en sangre la nueva huelga no se puede mantener en el poder ningún gobierno, porque los centenares de jóvenes y obreros asesinados en estos días y la represión sin precedentes desatada contra el pueblo, no debilita la Revolución, sino que la hace más fuerte, más necesaria, más invencible; que la sangre derramada hace más grande el valor y la indignación, que cada compañero caído en las calles de las ciudades y en los campos de batalla despiertan en sus hermanos de ideal un deseo irresistible de dar también la vida, despierta en los indolentes el deseo de combatir, despierta en los tibios el sentimiento de la Patria que se desangra por su dignidad, despierta en todos los pueblos de América la simpatía y la adhesión.

No, esos partes del Estado Mayor anunciando racimos de cadáveres con acento de júbilo, no desalientan a nadie, sino que indignan a la nación y la estimulan a la lucha.
No pueden desalentar al pueblo, menos aún si se sabe que la peor parte de la lucha la están llevando ellos, que las tropas enemigas están siendo batidas en toda la línea, que los últimos combates victoriosos de nuestras fuerzas, se libraron a cuatro kilómetros de Manzanillo, en pleno día y en pleno llano, sufriendo la dictadura enormes bajas. Nosotros no mentimos, el culto que rendimos a la libertad y al decoro del hombre es el culto que rendimos a la verdad como un derecho más de los pueblos que los déspotas no saben ni pueden respetar.

Las bajas enemigas están en proporción de diez a una respecto a las nuestras desde que comenzó esta lucha.
Cuando el Estado Mayor anuncia la muerte de treinta, cuarenta y hasta cincuenta rebeldes, se trata invariablemente de campesinos indefensos, detenidos en sus casas y asesinados sin compasión. Así han obtenido sus grados muchos oficiales que están al mando de las tropas de la dictadura en la Sierra Maestra. El ascenso de esos asesinos por las masacres perpetradas contra compatriotas indefensos ha puesto en práctica y estimulado uno de los procedimientos más repugnantes e inhumanos que pueda concebirse en una guerra.

Las hazañas de la dictadura son otras muy ajenas al valor y al honor militar.

Presa de desesperación e impotencia ha puesto en práctica la criminal táctica de bombardear y ametrallar sistemáticamente las casas de familias. Esta medida, inesperada por lo absurda, sorprendió a la población que habita al norte de la Sierra, sin refugios antiaéreos, causando numerosas víctimas.

El pasado jueves l0 de abril, después del combate de Pozón, donde fue destruido por completo un destacamento de la dictadura, salido de Yara a perseguir una patrulla rebelde que atacó a un convoy en la carretera de Manzanillo-Bayamo, tres aviones B-26, un "jet" de retropropulsión y dos aviones ligeros atacaron inmisericordes, durante dos horas, el poblado rural de Cayo Espino, donde no existía objetivo militar alguno. No quedó una sola casa que no fuera batida por la metralla. Un hospital de sangre improvisado en la retaguardia con tres médicos del 26 de Julio atendió a los heridos, que debieron esperar la noche para ser trasladados. Un niño de cinco años se desangró en el trayecto y murió en la mesa rústica que se improvisó, de operaciones, con las piernas arrancadas por una bala calibre 50 de avión, que hirió también a sus dos hermanitas.
Ningún espectáculo nos ha impresionado tanto como el de aquel niño moribundo que sin llorar apenas llamó a su abuelita para decirle que la había querido mucho, pero "ya no la podría seguir queriendo porque iba a morir". Era como si aquel niño precoz tuviera conciencia de su sacrificio, como si comprendiera que también estaba muriendo por aborrecer a los bárbaros que ametrallan humildes casas de familia.
Periodistas de cuatro países presenciaron, escucharon y tomaron películas de aquella escena. Acostumbrados a la dureza de esta lucha, aquel hecho, sin embargo, enloquecía de indignación. A cada cual le recordaba, tal vez, su propio hijo. Era difícil comprender que manos cubanas fuesen capaces de perpetrar semejante crimen. ¿Qué necesidad había de cometer aquella barbarie? ¿Qué objetivo militar podía perseguirse ametrallando aquel caserío indefenso a muchos kilómetros del lugar del combate? ¿Qué designio extraño guía la mente de los bárbaros que utilizan los recursos de la nación para llevar a cabo esos horrores contra su mismo pueblo?
¡Cuánta cobardía y ruindad la de esos pilotos, que sentados cómodamente en sus aparatos, sin riesgo alguno para sus vidas asesinan mujeres y niños inocentes!

jAh!, hemos tomado nota del día y la hora para exigirles el castigo que merecen cuando llegue el instante de rendir cuenta, y marcar sus nombres y apellidos con estigma imborrable, de modo que hasta sus propios hijos se avergüencen de ellos. Los pilotos que ametrallaron Cayo Espino el l0 de abril a las 3:40 de la tarde, son criminales de guerra que deshonran a la nación cubana, ya que no a un Ejército que ha tenido el impudor de responsabilizarse con el crimen de genocidio que se está cometiendo contra Cuba.
¡Así no se vengan las derrotas sufridas! ¡Así no se aplasta una Revolución! El recuerdo del niño moribundo no se borrará jamás de la mente de los campesinos ni de nuestros hombres cuando vayan al combate. Cuando la tiranía caiga, allí en Cayo Espino, levantaremos un monumento al niño Orestes Gutiérrez Peña, símbolo de los inocentes que han caído, que será un tributo de tierno recuerdo de nuestro Ejército Libertador al heroísmo de los niños, en cuyas mentes es unánime el cariño y la devoción a nuestros combatientes.

Y junto al nombre del inocente asesinado la posteridad leerá los nombres de los pilotos que lo asesinaron. La población campesina ha recibido instrucciones de construir refugios antiaéreos urgentemente contra la metralla y las bombas de "napalm" que está utilizando la dictadura.
Si estos hechos se pueden perpetrar por un Gobierno armado contra los ciudadanos de su propio pueblo, forzoso es comprender que la humanidad ha avanzado bien poco en los esfuerzos por proteger a los pueblos de la barbarie. Ahí tienen los Estados Unidos el uso que le dan a las armas de la Defensa Continental sus amigos, los dictadores de América. Estos no se cansarán de repetir mentirosamente que somos "comunistas" para justificar el envío de las armas como si ellos representaran la democracia, la dignidad y los más sagrados derechos de los hombres.
Campaña triste y sin gloria que se libra contra los pueblos oprimidos con la palabra democracia en labios de tiranos.
Se afirma que la venta de armas al Gobierno de Batista ha sido cancelada por el Departamento de Estado Americano. Pero el resultado no se altera en nada: Estados Unidos se las venden a Somoza y a Trujillo; Somoza y Trujillo se las venden a Batista. ¿Y la Organización de Estados Americanos qué hace? ¿Acaso tienen derecho los dictadores a conjurarse para masacrar al pueblo cubano? ¿Y los gobiernos democráticos de América, los líderes y los partidos democráticos del Continente, qué hacen con los brazos cruzados?

Si los dictadores se ayudan entre sí, ¿por qué los pueblos no han de darse las manos? ¿No estamos en la obligación de ayudamos los sinceros demócratas de toda América? ¿Es que no hemos pagado suficientemente caro el pecado de nuestra indiferencia frente al concierto de los tiranos que promueven la destrucción de nuestras democracias? ¿No se comprende que en Cuba se está librando una batalla por el ideal democrático de nuestro Continente? ¿No se percatan de que los últimos dictadores han convertido a Cuba en una de sus últimas trincheras? En Cuba no se lucha ya por la redención de un pueblo solamente, se defiende un principio que interesa a América. Si los dictadores ayudan a Batista, justo es que los pueblos de América ayuden a Cuba.

En nombre del pueblo de Cuba, que está luchando contra las armas de Batista, Trujillo y de Somoza, demandamos ayuda de los gobiernos democráticos de América. Un extenso territorio de la costa sur de la Provincia de Oriente, entre Cabo Cruz y Santiago de Cuba, está en poder de nuestras fuerzas. Las armas que se lancen en paracaídas a diez kilómetros de la costa en esa larga zona, caerán indefectiblemente en nuestras manos sin que la dictadura pueda interceptarlas. Necesitamos fusiles automáticos, ametralladoras pesadas, bazucas y morteros para avanzar hacia la Capital. El Gobierno Provisional Revolucionario sufragará todos los gastos que esos envíos ocasionen y el pueblo de Cuba guardará eterna gratitud. Los rebeldes cubanos no pedimos alimentos, no pedimos siquiera medicinas; pedimos armas para combatir, para dejar sentado en América que la voluntad de un pueblo es más poderosa que el consorcio de la dictadura y sus ejércitos mercenarios.
Las fuerzas revolucionarias del Movimiento 26 de Julio continuarán la ofensiva que iniciaron hace varias semanas. Las comunicaciones se mantendrán interrumpidas por nuestras fuerzas en las carreteras y vías ferroviarias de la provincia de Oriente. Las milicias del Movimiento 26 de Julio deben hacer extensiva esta medida al resto del territorio nacional prohibiendo el tránsito civil e infiriendo bajas constantemente a los elementos militares que se verán obligados inevitablemente a transitar por ellas o abandonar la isla. La guerra contra el transporte debe ser total y permanente, el suministro de alimentos debe ser cortado por completo. El pueblo no debe transitar por las carreteras ni ferrocarriles para evitar los riesgos de los tiroteos. Para que sea eficaz la orden de disparar, tiene que ser contra todo vehículo que transite de día o de noche, puesto que la dictadura usa el procedimiento de transportar militares vestidos de civiles y es imposible toda identificación previa.
Todas las fuerzas y todos los recursos del Movimiento Revolucionario 26 de Julio deben concentrarse en ese objetivo.
Las fuerzas represivas del régimen, ni su legión de confidentes y traidores podrá contrarrestar esta paralización progresiva y total del país. La tiranía se tendrá que rendir por parálisis, asfixia y hambre.
Con esta consigna me despido para volver junto a mis hombres.
A todas las Columnas que operan en la Provincia de Oriente y a sus Comandantes, nuestra felicitación calurosa por los éxitos obtenidos.
A las Milicias del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, nuestro reconocimiento y admiración por el heroísmo con que están luchando en los pueblos y ciudades.
A los rebeldes de Las Villas y demás núcleos del resto de la isla, nuestro saludo fraternal y alentador. Al pueblo de Cuba, la seguridad de que esta fortaleza no será jamás vencida, y nuestro juramento de que la patria será libre o morirá hasta el último combatiente.

Fidel Castro Ruz
Comandante Jefe de las Fuerzas Revolucionarias del 26 de Julio.
Fecha: 14/04/1958
Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado

viernes, 23 de agosto de 2019

Semblanza por la muerte de Paco Urondo - Rodolfo walsh




Mi querido Paco:

Me han pedido que escriba una semblanza tuya. Es lo último que yo hubiera querido escribir, pero me doy cuenta que es necesario que alguien empiece a decir algo de tu hermosa vida, antes que otros, con más capacidad, puedan estudiarla junto a tu obra.
Resultado de imagen para poemas de batalla paco urondoLo primero que me acude a la memoria es la frase de un poeta guerrillero checo, al que mataron los nazis, que dejó escrito: “Recuérdenme siempre en nombre de la alegría”.
Para nosotros, Paco, la alegría era muchas cosas de cada día: la compañera, la hija, el hijo y los nietos, un truco, un verso, una ginebra. Pero más que nada era una certidumbre permanente, como una fiebre del día y de la noche que nos hace creer que vamos a ganar, que el Pueblo va a ganar.>
Rodolfo.

jueves, 22 de agosto de 2019

Cómo educa el Estado a tu hijo y otros escritos

La tarea de reeditar textos clásicos sobre educación argentina actualmente inhallables debe ser encarada como tarea colectiva y plural. Queremos reinstalar en los análisis y debates estos textos para actualizar viejas preguntas, generar nuevos interrogantes y someter a la mirada crítica de la actualidad el sentido de las ideas del pasado. Cada libro reúne parte de la obra de los autores seleccionados precedida por un trabajo de un especialista contemporáneo que presenta la vida del autor y el contexto en el que produce su trabajo. 


Esta presentación delimita también algunas claves de las preocupaciones del autor, problematiza cuestiones puntuales de cada texto y ofrece una bibliografía actualizada de y sobre ese mismo pensador. Junto con los libros de esta colección, la Universidad Pedagógica (UNIPE) produjo un documental sobre el autor de referencia, que ofrece a investigadores, especialistas, docentes y público en general más información sobre el autor y la obra incluida en cada volumen. Este material audiovisual está disponible para quien quiera consultarlo en las sedes y en el sitio virtual de UNIPE. Esta colección busca continuar la huella de los prolíficos trabajos de análisis, interpretación y reposición de tradiciones y autores que se han venido produciendo en los últimos años dentro de la pedagogía, para que las nuevas generaciones de docentes se inscriban en la rica genealogía simbólica argentina. 
El interés de UNIPE: Editorial Universitaria es contribuir a la circulación de conocimiento y la difusión de las diversas tradiciones pedagógicas de nuestro país, para favorecer la formación de una conciencia histórica abierta y dinámica que contribuya a pensar de otro modo los problemas y temas que se presentan como nudos críticos de nuestro sistema educativo cuando tenemos serios y renovados desafíos. 

Dario Pulfer - Director de la colección

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jueves, 15 de agosto de 2019

Palabras de Fidel Castro Ruz momentos antes de partir hacia el cuartel Moncada, 26 julio 1953


Compañeros:

Podrán vencer dentro de unas horas, o ser vencidos, pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras este movimiento triunfará. Si vencen mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la Isla. ¡Jóvenes del centenario del Apóstol, como en el 68 y en el 95, aquí, en Oriente damos el primer grito de LIBERTAD O MUERTE!

Ya conocen ustedes el objetivo del plan. Sin duda alguna es peligrosa y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir den un paso al frente. La consigna es no matar, si no por última necesidad.


Fecha: 26/07/1953
¡Libertad o Muerte!
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

miércoles, 14 de agosto de 2019

Carta a Dirección Nacional de Montoneros - Rodolfo Walsh



1. Durante 1976 el enemigo cumplió todos los objetivos de la Fase 2 de su Plan de Operaciones, pasó a la Fase 3 y se apresta en 1977 a realizar la Fase 4, que denomina de exterminio.
2. En el último trimestre de 1976 el número de muertos en el campo popular osciló entre 200 y 300 por mes.
3. Tras el aniquilamiento de la conducción del ERP en julio, el enemigo concentró su esfuerzo en Montoneros. A partir de fines de septiembre logró la destrucción de su Secretaría Política Nacional, conducciones zonales, de La Plata y Norte, y muerte de un miembro de la CN. Asestó fuertes golpes a las conducciones zonales de Sur, Oeste, Capital y estructuras de Prensa e Informaciones de AF. En el mismo período se produjo la caída de numerosos oficiales, aspirantes y soldados. La Inteligencia enemiga ha avanzado hacia un tipo de análisis estructural que le permitirá en grado creciente la búsqueda de estructuras prioritarias de conducción o del aparato federal. El conocimiento de la propia estructura le permite la selectividad de los blancos y el volumen de caídas y confesiones obtenidas por tortura facilita una renovación constante del ciclo de Inteligencia.
5. [Sic] El presupuesto de guerra, superior a los mil millones de dólares anuales, es el más alto de la historia. La PPBA ha sido reequipada, mejorando notablemente en movilidad y armamento. La PF ha dado un salto cualitativo en su sistema. de comunicaciones con la incorporación del sistema DIGICOM.
6. El enemigo no experimenta carencia de personal y no ha necesitado apelar a reservas tácticas o estratégicas. Los planes de reclutamiento de PF se cumplen con anticipación.
7. La propaganda militar enemiga dispone de todos los medios de difusión, que utiliza para pregonar el aislamiento de la guerrilla y su próximo aniquilamiento, y para ocultar el fusilamiento de rehenes disfrazado como enfrentamiento.
8. La moral de combate enemiga se ve realzada por la certidumbre general de que el triunfo, sobre la guerrilla está próximo.
9. La evaluación sintética de esos elementos; es que la situación militar enemiga es la mejor desde que en febrero de 1975 las FFAA asumieron la conducción directa de las operaciones. La aparición de contradicciones entre ellos gira sobre políticas a seguir después de la derrota de la guerrilla, que sigue siendo el factor unificador.
10. Curso probable de acción enemiga, enero, junio 1977
* El enemigo iniciará sin dificultades la Fase 4 de su Plan de Operaciones, lo que en términos generales significa una intensificación global de su ofensiva con vistas al triunfo antes de junio.
* En relación con la propia fuerza, el plan de operaciones del enemigo apunta a la destrucción de las Construcciones Nacionales del Partido, aparatos federales de Finanzas, Informaciones, Logística y Documentación, y conducciones zonales del Area Sur y Rosario.
Esta estimación del Departamento de Información no coincide enteramente con el panorama militar del último documento del Consejo ni con la estimación de CN, que llega a través de SN, según la cual la ofensiva enemiga estaría llegando a su fin.

Rodolfo Walsh – Dirección de Inteligencia Montoneros
Buenos Aires, 23 de noviembre de 1976 a 2 de enero de 1977

martes, 13 de agosto de 2019

Pedagogía y revolución : escritos escogidos

Esta antología reúne escritos de Carlos Norberto Vergara elaborados al calor de los debates pedagógicos que forjaron nuestro sistema educativo entre fines del siglo XIX y principios del XX. Se trata de trabajos que expresaron una crítica vehemente sobre el curso asumido por la instrucción pública y sus posibilidades de transformación. 


Si una característica comparten los escritos de Vergara es que constituyeron una reflexión disruptiva respecto de las concepciones sobre la función de la escuela, los dispositivos disciplinares y las estrategias didácticas elaboradas por el normalismo, por un lado, y sobre el papel que asumieron el Estado y la sociedad en la organización y administración del sistema escolar, por el otro. 
Por momentos, la figura solitaria de su autor es una sombra que se proyecta sobre el conjunto del campo pedagógico nacional. El eclecticismo de sus ideas (a las que sin embargo consideraremos como un sistema) se parangona con la innumerable cantidad de temas que abordan sus escritos. Empero, en ellos se entrevé una convicción: hacer de la educación el punto de apoyo de una revolución que transforme las bases sobre las que se asienta una sociedad. 
Los textos que se reúnen aquí ponen a disposición del lector un conjunto de ideas elaboradas por Vergara entre 1883 y 1916. Muchos de ellos se publicaron originalmente a través de dos órganos de prensa docente: El Instructor Popular y La Educación. Más tarde fueron recopilados y editados por Vergara en tres libros: Educación republicana (1899, en adelante ER), Revolución pacífica (1911, en adelante RP) y Nuevo mundo moral (1913, en adelante NMM). La antología se completa con textos que forman parte de un libro cuya factura fue ligeramente distinta a la de los mencionados: Filosofía de la educación (1916, en adelante FE).

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jueves, 8 de agosto de 2019

Fidel: La estrategia política de la victoria


Ensayo sobre el papel que Fidel otorga al trabajo político y a la política, en general, en su estrategia de lucha contra Batista. Muestra el valor que este otorga a la propaganda en la concientización del pueblo; su gran flexibilidad táctica sin abandonar los principios, la importancia que otorga a la unidad de las fuerzas revolucionarias, entre otras cosas. Bajo el título: La estrategia política de Fidel: Del Moncada a la victoria, fue publicado en varios países de América Latina en 1985.
En el año 2001 se publica en Cuba con una nueva introducción, presentación de Miguel Urbano y un Anexo: El partido único en Cuba y la cuestión de la soberanía nacional. Impreso en: República Dominicana, CEDICITE 1ª ed. 1985; Perú, Causachún, 1985, y Horizonte, 1985; El Salvador, Taller Popular FMLN, 1985, Bolivia, MIR-Bolivia Libre, 1986 y la Editorial Panamericana, 1985; Argentina, Editorial Contrapunto, 1985; Panamá, Ediciones Bayano, 1986, Perú, Instituto de Investigaciones Cambio y Desarrollo, 1986; Chile, Ediciones Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, 1986; Uruguay, Editorial Compañero, 1986; México, Nuestro Tiempo, 1986; Venezuela, Ediciones Centauro, 1986; Nueva York, London, Sydney Editorial Pathfinder Press, 1987; Brasil, Editora Expressão Popular, 2000; en Cuba bajo el título: Fidel: La estrategia política de la victoria, Editorial de Ciencias Sociales, 2001

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lunes, 5 de agosto de 2019

La espacialidad crítica en el pensamiento político-social latinoamericano: nuevas gramáticas de poder, territorialidades en tensión

Los artículos que este libro reúne fueron presentados y debatidos por investigadores formados en diversas áreas de las Ciencias Sociales, oriundos de Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia, México, Guatemala y Costa Rica, en ocasión del I Encuentro Internacional del Grupo de Trabajo CLACSO, La Espacialidad crítica en el pensamiento políticosocial latinoamericano. Nuevas gramáticas de poder. Territorialidades en tensión, realizado en Córdoba, Argentina, durante los días 12, 13 y 14 de noviembre de 2014. 


El Grupo de Trabajo inicia su labor colectiva en diciembre de 2013, luego de resultar seleccionado en la convocatoria abierta a tal fin por CLACSO. La mayoría de sus integrantes habían participado previamente en el Seminario “Territorialidades, nacionalidades, ciudadanías”, dictado por las coordinadoras del GT, en la cátedra Florestan Fernandes (CLACSO) en 2011. Un año después, bajo la dirección de ambas coordinadoras, se crea en el Centro de Estudios Avanzados (CEA), de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el Programa de investigación del mismo nombre que el GT, reuniendo además a otros investigadores, quienes también participaron del I Encuentro y cuyos trabajos se incluyen en esta publicación. 
Los artículos se enmarcan en una perspectiva crítica interdisciplinaria que está abocada a la construcción y desarrollo de un marco teórico-epistemológico que procura relacionar las miradas antropológica, geográfica, politológica, sociológica, económica, histórica y filosófica, para el abordaje de las transformaciones del Estado en Latinoamérica asociadas al proceso globalizador, tomando como eje la categoría “espacio”. 
Esta perspectiva explora la emergencia y las potencialidades de un cambio cognitivo paradigmático que no se limitaría a un desplazamiento epistémico-categorial (cronocentrismoespaciocentrismo), en diversas líneas de pensamiento crítico, histórico y contemporáneo, aspirando a participar y contribuir en los debates en torno a las transformaciones del Estado, la nación, la economía y la ciudadanía, desde una mirada fronteriza favorable a la reivindicación de “lugares otros de enunciación”, focalizándose en el reposicionamiento que en ellos la categoría “espacio” viene obteniendo.

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Cartas de Rodolfo Walsh


¿Por qué ante la muerte la carta como género? Pienso en los escritos de Rodolfo Walsh cuando mueren su amigo, el poeta Paco Urondo, su hija, María Victoria Walsh, o miles de compañeros de lucha, en el marco del asesinato en masa y planificado, militantes y no militantes, en los años 70,3 pienso incluso en el cuento “Nota al pie” donde la “nota” del título es una carta escrita por un suicida (así como las muertes de su hija y de su amigos también tuvieron que serlo). 
Resultado de imagen para ¿Por qué ante la muerte la carta como género? Pienso en los escritos de Rodolfo Walsh cuando mueren su amigo, el poeta Paco Urondo, su hija, María Victoria Walsh, o miles de compañeros de lucha, en el marco del asesinato en masa y planificado, militantes y no militantes, en los años 70,3 pienso incluso en el cuento “Nota al pie” donde la “nota” del título es una carta escrita por un suicida (así como las muertes de su hija y de su amigos también tuvieron que serlo).La hipótesis con la que trabajo es que Walsh escribe esas cartas, no sólo porque con ellas se remite a uno de los objetivos más primitivos de la escritura, el del culto a los muertos, y ante la muerte primitiva parecería ser la forma que más se adecua al homenaje, sino también porque la carta es más íntima y pública a la vez que otros géneros, “La carta que se envía actúa, mediante el gesto mismo de la escritura, sobre quien la remite, así como también, mediante la lectura y la relectura, sobre aquél que la recibe (FOUCAULT, 2006: 156).” 
La carta es la forma con la cual Walsh puede expresar afectividad y a la vez intervenir políticamente. Pero además, por un lado, y todavía siguiendo a Foucault, la escritura es siempre escritura de sí y esto, la escritura de sí, significa autoconocimiento y cuidado de sí; por otro lado, para el pensador francés la práctica de libertad está asociada a ese cuidado de sí, entonces pienso que las cartas se pueden leer como gestos de afirmación de libertad o, por lo menos, de búsqueda de algún espacio donde ejercerla.

Fuente: De libertad y militancia política.
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Querida Vicki:

La noticia de tu muerte me llegó hoy a las tres de la tarde. Estábamos en reunión… cuando empezaron a transmitir el comunicado. Escuché tu nombre, mal pronunciado, y tardé un segundo en asimilarlo. Maquinalmente empecé a santiguarme como cuando era chico. No terminé ese gesto. El mundo estuvo parado ese segundo.
Después les dije a Mariana y a Pablo: ―Era mi hija. Suspendí la reunión.
Estoy aturdido. Muchas veces lo temía. Pensaba que era excesiva suerte, no ser golpeado, cuando tantos otros son golpeados. Si, tuve miedo por vos, como vos tuviste miedo por mí, aunque no lo decíamos. Ahora el miedo es aflicción. Sé muy bien por qué cosas has vivido, combatido. Estoy orgulloso de esas cosas.
Me quisiste, te quise. El día que te mataron cumpliste 26 años. Los últimos fueron muy duros para vos.
Me gustaría verte sonreír una vez más.
No podré despedirme, vos sabés por qué.
Nosotros morimos perseguidos, en la oscuridad.
El verdadero cementerio es la memoria.
Ahí te guardo, te acuno, te celebro y quizá te envidio, querida mía.

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Carta a mis amigos:

Hoy se cumplen tres meses de la muerte de mi hija, María Victoria, después de un combate con las fuerzas del Ejército. Se que la mayoría de aquellos que la conocieron la lloraron. Otros que han sido mis amigos o me han conocido de lejos, hubieran querido hacerme llegar una voz de consuelo. Me dirijo a ellos para agradecerles, pero también para explicarles cómo murió Vicki y por qué murió.
El comunicado del Ejército que publicaron los diarios no difiere demasiado, en esta oportunidad, de los hechos. Efectivamente, Vicki era Oficial 2° de la organización Montoneros, responsable de la prensa sindical, y su nombre de guerra era Hilda. Efectivamente estaba reunida ese día con cuatro miembros de la Secretaría Política que combatieron y murieron con ella.
La forma en la que ingresó a Montoneros no la conozco en detalle. A la edad de 22 años, edad de su probable ingreso, se distinguía por sus decisiones firmes y claras. Por esa época comenzó a trabajar en el diario La Opinión y en un tiempo muy breve se convirtió en periodista.
El periodismo en si no le interesaba. Sus compañeros la eligieron delegada sindical. Como tal debió enfrentar en un conflicto difícil al director del diario, Jacobo Timerman, a quien despreciaba profundamente. El conflicto se perdió y cuando Timerman empezó a denunciar como guerrilleros a sus propios periodistas, ella pidió licencia y no volvió más.
Fue a militar a una villa miseria. Era su primer contacto con al pobreza extrema en cuyo nombre combatía. Salió de esa experiencia convertida a un ascetismo que impresionaba. Su marido, Emiliano Costa, fue detenido a principios de 1975 y no lo vio más. La hija de ambos nació poco después.
El último año de mi hija fue muy duro. El sentido del deber la llevó a relegar toda gratificación individual, a empeñarse mucho más allá de sus fuerzas físicas. Como tantos muchachos que repentinamente se volvieron adultos, anduvo a los saltos, huyendo de casa en casa. No se quejaba. Sólo su sonrisa se volvía un poco más desvaída.
En las últimas semanas varios de sus compañeros fueron muertos; no pudo detenerse a llorarlos. La embargaba una terrible urgencia por crear medios de comunicación en el frente sindical, que era su responsabilidad. Nos veíamos una vez por semana; cada quince días. Eran entrevistas cortas, caminando por la calle, quizás diez minutos en el banco de una plaza. Hacíamos planes para vivir juntos, para tener una casa donde hablar, recordar, estar juntos en silencio. Presentíamos, sin embargo, que eso no iba a ocurrir, que uno de esos fugaces encuentros iba a ser el último, y nos despedíamos simulando valor, consolándonos de la anticipada pérdida.
Mi hija estaba dispuesta a no entregarse con vida. Era una decisión madurada, razonada. Conocía, por infinidad de testimonios, el trato que dispensan los militares y marinos a quienes tienen la desgracia de caer prisioneros; el despellejamiento en vida, la mutilación de los miembros, la tortura sin límites en el tiempo ni en el método, que procura al mismo tiempo la degradación moral y la delación.
Sabía perfectamente que en una guerra de esas características, el pecado no era hablar, sino caer. Llevaba siempre encima una pastilla de cianuro ―la misma con que se mató nuestro amigo Paco Urondo― con la que tantos otros habían obtenido una victoria sobre la barbarie.
El 28 de setiembre, cuando entró en la casa de la calle Corro, cumplía 26 años. Llevaba en brazos a su hija porque a último momento no encontró con quien dejarla. Se acostó con ella, en camisón. Usaba unos absurdos camisones blancos que siempre le quedaban grandes.
A las 7 del 29 la despertaron los altavoces del Ejército, los primeros tiros. Siguiendo el plan de defensa acordado, subió a la terraza con el Secretario Político Molina, mientras Coronel, Salame y Beltrán respondían al fuego desde la planta baja. He visto la escena con sus ojos: la terraza sobre las casa bajas, el cielo amaneciendo, y el cerco. El cerco de 150 hombres, los FAP emplazados, el tanque.
Me ha llegado el testimonio de uno de esos hombres, un conscripto: ―El combate duró más de una hora y media. Un hombre y una muchacha tiraban de arriba. Nos llamó la atención la muchacha, porque cada vez que tiraba una ráfaga y nosotros nos zambullíamos, ella se reía.
He tratado de entender esa risa. La metralleta era una Halcón y mi hija nunca había tirado con ella aunque conociera su manejo por las clases de instrucción. Las cosas nuevas, sorprendentes, siempre la hicieron reír. Sin duda era nuevo y sorprendente para ella que ante una simple pulsación del dedo brotara una ráfaga y que ante esa ráfaga 150 hombres se zambulleran sobre los adoquines empezando por el coronel Roualdes, jefe del operativo.
A los camiones y el tanque se sumó un helicóptero que giraba alrededor de la terraza, contenido por el fuego. ―De pronto ―dice el soldado― hubo un silencio. La muchacha dejó la metralleta, se asomó de pie sobre el parapeto y abrió los brazos. Dejamos de tirar sin que nadie lo ordenara y pudimos verla bien. Era flaquita, tenía el pelo corto y estaba en camisón. Empezó a hablarnos en voz alta pero muy tranquila. No recuerdo todo lo que dijo. Pero recuerdo la última frase; en realidad no me deja dormir. ―Ustedes no nos matan ―dijo― nosotros elegimos morir. Entonces ella y el hombre se llevaron una pistola a la sien y se mataron frente a todos nosotros.
Abajo ya no había resistencia. El coronel abrió la puerta y tiró una granada. Después entraron los oficiales. Encontraron una nena de algo más de un año, sentadita en una cama, y cinco cadáveres.
En el tiempo transcurrido he reflexionado sobre esa muerte. Me he preguntado si mi hija, si todos los que mueren como ella, tenían otro camino. La respuesta brota desde lo más profundo de mi corazón y quiero que mis amigos la conozcan. Vicki pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonrosos, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella, vivió para otros, y esos otros son millones.
Su muerte sí, su muerte fue gloriosamente suya, y en ese orgullo me afirmo y soy quien renace en ella.
Esto es lo quería decir a mis amigos y lo que desearía que ellos transmitieran a otros por los medios que su bondad les dicte.

Rodolfo