sábado, 1 de diciembre de 2018

Freire, Mariátegui y una educación popular campesina



Por Oscar Soto

paulo_freire.jpgLas líneas que siguen a continuación toman distancia de las elucubraciones academicistas que suelen circular en torno de lo pedagógico y ciertas “reflexiones” teóricas del pensamiento educativo. Así como la “toma de distancia” en la educación tradicional de nuestras escuelas latinoamericanas ha sido un acto de disciplinamiento corporal naturalizado, la escritura en torno del pensamiento rebelde de Nuestra América suele presentarse rutinizado en las indexaciones de cierto tipo de bibliografía especializada –no en vano más de unx suele colocar a Freire y a Mariátegui, de quienes algo esbozaremos a continuación, como insumo de una teorización delimitada de las ciencias sociales-. Inversamente a ello, pensamos que Mariátegui y Freire son una clave estrictamente política nuestroamericana, luego todo lo demás.

Intentamos aquí simplemente una crónica de sucesos recientes, ni más ni menos que a modo de “ensayo”. Nos probamos una vez más que la lucha silenciosa de la educación es escrita como resistencia re-existencia; y que ésta bien puede ser nominada como una pedagogía que surge de la lucha. Se nos ocurre que pedagogía del oprimido, pedagogía de la autonomía, de la esperanza, de la pregunta, educación como práctica de la libertad etc.… son nombres sumamente urgentes y actuales. A cuento de esa actualidad nos llega la vigencia de Paulo Freire y del Amauta José Carlos Mariátegui.

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Fuente: www.alainet.org

viernes, 9 de noviembre de 2018

Zapata y la Revolución Mexicana


JOHN WOMACK JR. (Oklahoma, 1937) se doctoró en Harvard con un ensayo sobre una lucha agraria: el movimiento zapatista. El estudio resultante, Zapata y la Revolución mexicana, fue rápidamente publicado y le valió el inmediato reconocimiento como historiador de América Latina. Más allá del zapatismo, Womack continuó su carrera con estudios en torno a la historia agraria, industrial y laboral. Es profesor emérito de Historia y Economía Latinoamericana por la Universidad de Harvard, y en 2009 el gobierno de la Ciudad de México le otorgó la Medalla 1808 por sus destacadas investigaciones sobre el país.

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martes, 30 de octubre de 2018

El potrero y el pibe. Territorio y pertenencia en el imaginario del fútbol argentino

Por Eduardo P. Archetti
Universidad de Oslo – Noruega

Hoy los productos e identidades locales son cada vez más difíciles de discernir dentro de la cultura global; y se supone que la vida cotidiana de los individuos es cada vez más trasnacional y diaspórica. En el caso de la Argentina, los hinchas de fútbol y periodistas deportivos se dedican a construir mundos locales. El estilo y el imaginario futbolístico que define lo argentino está ligado a las categorías de pibe y de potrero. Estas nociones proceden de una narrativa mítica que reproduce una tradición nacional. Subrepticiamente, la lógica de la pampa y del gaucho emergen con otros ropajes y sabores en el mundo del fútbol.


Palabras clave:Argentina, fútbol, identidad nacional, Maradona.

Los símbolos y la identidad nacional serían incompletos y perderían mucho de su continuidad y capacidad de encantamiento sin la mística y la tradición de un territorio particular que explorado, mapeado y vivido se transforma en "casa". Schama (1995, p. 15) ha argumentado de modo convincente que los mitos y las memorias de un paisaje heredado comparten dos características: su permanencia sorprendente, aun a través de siglos, y su poder de condicionar significados e instituciones contemporáneas. De acuerdo con su interpretación, los paisajes nacionales se imaginan como únicos y las nociones de pertenencia e identidad como internas y exclusivas. Una nación es, por lo tanto, un territorio que no es compartido con otros (los no-nacionales) y en principio no está formado por fuerzas externas. El imaginario territorial es poderoso porque combina la pertenencia geográfica con narrativas complejas sobre hazañas humanas, caracteres extraordinarios y héroes históricos.

Voy a argumentar en este artículo que la idea de un territorio inmutable poblado por figuras míticas, como algo típicamente nacional, tiene que ser calificada. Una de mis tesis principales es que las imágenes nacionales dominantes trabajan mejor a través de la transformación de significados, las extensiones semánticas y los usos –y abusos– analógicos. En esta dirección, las narrativas de lo nacional se construyen y reconstruyen en diferentes campos de actividades y en la interrelación entre fuerzas y campos sociales internos y externos. Las nociones de una identidad argentina no son necesariamente cerradas, ellas pueden conceptualizarse en contraposición con otras identidades (reconocidas o no por los nativos mismos). Las ideas e imágenes de lo "nacional" son, a menudo, un espejo en el que la mirada de los otros es casi tan importante como la mirada de los nativos mismos. Pienso que el fútbol en la Argentina es una arena privilegiada para el análisis de la formación de la identidad nacional y la construcción de masculinidades (Archetti, 1994). A comienzos de este siglo el fútbol fue visto como un deporte de origen británico que se hacía nacional –e interno– en un momento en el que se desarrollaban las redes globales de intercambios y de competencias deportivas. El fútbol permitió a los hombres argentinos competir y hacerse visibles en un mundo cada vez más internacional (juegos olímpicos, torneos sudamericanos, giras europeas de equipos desde 1925, y –desde 1930– la Copa del Mundo Jules Rimet). Espero poder demostrar que a través del fútbol las ideas de territorio y pertenencia se redefinen, ya que la importancia de fuerzas externas es reconocida ("el estilo de los otros") y porque el imaginario rural se extiende y, de alguna manera, se invierte por medio de una práctica corporal en algo eminentemente urbano.

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martes, 9 de octubre de 2018

Cortázar y la muerte del Che


El escritor argentino Julio Cortázar expresó en esta misiva, dirigida a Roberto Fernández Retamar y Adelaida de Juan, el desasosiego que provocara en él la noticia de que el Che Guevara había muerto. A 51 años de la pérdida más triste de América, reportamos el texto.

A Adelaida y Roberto Fernández Retamar
París, 29 de octubre de 1967

Roberto, Adelaida, mis muy queridos:

Anoche volví a París desde Argel. Sólo ahora, en mi casa, soy capaz de escribirles coherentemente; allá, metido en un mundo donde sólo contaba el trabajo, dejé irse los días como en una pesadi­lla, comprando periódico tras periódico, sin querer convencerme, mirando esas fotos que todos hemos mirado, leyendo los mismos ca­bles y entrando hora a hora en la más dura de las aceptaciones. En­tonces me llegó telefónicamente tu mensaje, Roberto, y entregué ese texto que debiste recibir y que vuelvo a enviarte aquí por si hay tiem­po de que lo veas otra vez antes de que se imprima, pues sé lo que son los mecanismos del télex y lo que pasa con las palabras y las fra­ses. Quiero decirte esto: no sé escribir cuando algo me duele tanto, no soy, no seré nunca el escritor profesional listo a producir lo que se espera de él, lo que le piden o lo que él mismo se pide desesperada­mente. La verdad es que la escritura, hoy y frente a esto, me parece la más banal de las artes, una especie de refugio, de disimulo casi, la sustitución de lo insustituible. El Che ha muerto y a mí no me que­da más que el silencio, hasta quién sabe cuándo; si te envié ese texto fue porque eras tú quien me lo pedía, y porque sé cuánto querías al Che y lo que él significaba para ti. Aquí en París encontré un cable de Lisandro Otero pidiéndome ciento cincuenta palabras para Cuba. Así, ciento cincuenta palabras, como si uno pudiera sacarse las pala­bras del bolsillo como monedas. No creo que pueda escribirlas, estoy vacío y seco, y caería en la retórica. Y eso no, sobre todo eso no. Li­sandro me perdonará mi silencio, o lo entenderá mal, no me impor­ta; en todo caso tú sabrás lo que siento. Mira, allá en Argel, rodeado de imbéciles burócratas, en una oficina donde se seguía con la rutina de siempre, me encerré una y otra vez en el baño para llorar; había que estar en un baño, comprendes, para estar solo, para poder desahogarse sin violar las sacrosantas reglas del buen vivir en una organi­zación internacional. Y todo esto que te cuento también me aver­güenza porque hablo de mí, la eterna primera persona del singular, y en cambio me siento incapaz de decir nada de él. Me callo entonces. Recibiste, espero, el cable que te envié antes de tu mensaje. Era mi única manera de abrazarte, a ti y a Adelaida, a todos los amigos de la Casa. Y para ti también es esto, lo único que fui capaz de hacer en esas primeras horas, esto que nació como un poema y que quiero que tengas y que guardes para que estemos más juntos.


CHE
Yo tuve un hermano. No nos vimos nunca
Pero no importaba. Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo
le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra.

No nos vimos nunca
pero no importaba,
mi hermano despierto
mientras yo dormía,
mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.

Ya nos escribiremos. Abraza mucho a Adelaida. Hasta siempre, Julio.

Fuente: Julio Cortázar, Cartas 1964-1968, Edición a cargo de Aurora Bernárdez, Tomo 2, Alfaguara / Biblioteca Cortázar, 2000.

lunes, 1 de octubre de 2018

Las nuevas tecnologías obligan a repensar la forma de enseñar y aprender


Permítame una digresión. Aunque parezca una locura, yo creo que ESTA es la oportunidad. ¿Qué oportunidad, estará pensando usted?
Me explico. No sé si es lo que cada uno de nosotros estaba buscando, pero es un DESAFÍO de la historia. Estamos viviendo un momento muy particular. Ciertamente no es el único. Alguna vez empezó a haber electricidad. Y después llegaron los teléfonos. Y aparecieron los aviones. Y el automóvil.
Algunos de nosotros, como yo por ejemplo, nacimos en una época en donde no había televisión. Y cuando empezó, la tenían muy pocos. Era una demostración de ‘status social’. Pero en esa misma época, para ser considerado una persona ‘alfabeta’, alcanzaba con ¡saber leer y escribir! Hoy ciertamente esas son condiciones necesarias, pero claramente no suficientes.
Para las personas de mi edad, o en un entorno, hay que aprender a ‘coexistir’ con el miedo a NO SABER. No estábamos preparados para esto.


De hecho, cuando aparecieron las videograbadoras, las videocassetteras, pocos sabían cómo programarlas. Claro: era mucho más difícil que hoy, pero se podía. Los más jóvenes, los más niños… ellos, a ellos sí les ‘salía’ natural… fácil. Igual que sucede hoy con los teléfonos celulares, o las apps con que los pueblan.
A nosotros nos enseñaban con tiza y pizarrón. Y papel secante. Y lapicera a fuente. No nos dejaban usar birome… ¡y no se podía tachar! ¡No se podía borrar! ¿Por qué habrá pasado eso? ¿Qué es lo que no nos querían dejar hacer? ¿Es que querían que expusiéramos nuestros errores? Nunca entendí lo que había detrás de esa imposición.
Y ni hablar de quienes habían nacido zurdos. Yo tenía un compañero de banco, en la escuela primaria, a quien la maestra ¡¡¡le ‘ataba el brazo en la espalda’, para que no tomara la lapicera (o el lápiz) con la mano izquierda!!!. Y si lo veía haciéndolo, ¡le pegaba con una regla! Y créame, a mí no me lo contaron: yo viví esa época. Recuerdo que pensaba en silencio: ¡Menos mal que no nací zurdo! ¿Qué estaremos haciendo hoy que es aceptado socialmente como en aquella época se aceptaba que una maestra le pegara a un alumno con una regla? De todo lo que vivimos hoy como natural, o al menos aceptable, dentro de 40 ó 50 años habrá quienes piensen: ¡Qué bestias!
Pero hoy, cuando los jóvenes están como ensimismados jugando a los videojuegos, aparecen las críticas feroces porque parecen aislados de todo. Y escucho: ‘Nosotros nos comunicábamos personalmente, generábamos relaciones interpersonales’. Sí, claro, pero es que… ¡no teníamos otra alternativa!
Le propongo pensar esto: si en nuestra época hubiera habido videojuegos, redes sociales e internet (por poner solo algunos ejemplos) y nosotros hubiéramos ELEGIDO no usarlos para comunicarnos en tres dimensiones y en forma personal, cara a cara… entonces SÍ, yo diría que éramos distintos. Pero no era así. No fue así. Nosotros no pudimos optar. Elegíamos vivir de esa forma porque no nos quedaba otra alternativa. Entonces la comparación no tiene sentido. Ni nosotros éramos mejores ni los jóvenes de hoy son peores. Y acá voy a filtrar una opinión personal, controversial: yo creo que ‘a diferencia de todo lo que escucho hoy, que todo tiempo pasado fue mejor’, yo quisiera decir que estoy fuertemente en desacuerdo: yo creo que este tiempo es mucho mejor, que estas generaciones son mucho mejores, los niños/jóvenes están mucho más preparados y el compromiso pasa por otro lugar. Pasa por ofrecerles a todos los niños las mismas posibilidades, y no aceptar que estas condiciones solo nos beneficien a unos pocos y que dependa del poder adquisitivo o de la cuenta bancaria. ESO es lo que tiene que cambiar.
Mi padre solía sentarse conmigo cuando venía de trabajar y me decía: “Explicame qué es lo que tienen estas canciones (las de los Beatles) que a vos te enloquecen y yo no entiendo”. Y tenía razón. No sé qué le habré contestado yo, pero mi ‘viejo’ me decía: “El día que a mí me parezca que es una locura lo que hacen “ustedes” (los jóvenes), será porque me he vuelto viejo”. ¡Y cuánta razón tenía!
Y creo que eso es lo que nos pasa a nosotros. Nos cuesta trabajo ‘aceptar las diferencias’. Ni mejor, ni peor: distintos.
Por eso, cada vez que aún hoy voy a dar una charla, pido que me preparen un pizarrón (o pizarrones), tiza y borrador. Así fue siempre para mí. Me siento más cómodo así que con pizarras digitales, de colores…
Pero para entrar en el mundo digital, es necesario prepararse a ‘saberse VULNERABLE’, saber que uno tendrá que aprender a decir ‘no sé’.
Y una vez más, ¿qué problema hay en decir “no sé”? Es que de alguna forma, decir que uno no sabe nos ‘fuerza’ a aprender junto con los alumnos. ¿Y? ¿Es acaso una deshonra?
Aquí y ahora, otra afirmación temeraria que asumo controversial: si no queremos que la escuela desaparezca como tal (aunque creo que vamos encaminados hacia allá), necesitamos introducir la ‘educación horizontal’, en donde en aras de ‘socializar el conocimiento’, quien sepa algo, lo reparta, lo distribuya, lo participe. No importan las edades, no importan los grupos: ‘Si vos sabés algo contalo, enseñalo’. En algún sentido, nos educamos todos simultáneamente, sin imposiciones ‘verticales’ ni principios de autoridad que valgan.
Vivimos una época de transición, cambiaron y cambian los métodos, cambian los programas, cambian las formas de enseñar. Y justamente ese es el gran desafío que tenemos. Estamos ubicados en un lugar muy particular de la Historia. Como escribí más arriba: nacimos en la era analógica y tenemos que enseñar y/o aprender en la era digital.
Cuando yo era niño, las dos fuentes esenciales de información y formación eran la casa y la escuela. Hoy siguen existiendo, siguen estando allí, pero les han nacido competencias brutales: internet, las redes sociales, Facebook, Twitter, Snapchat, Instagram, WhatsApp… ¿Quiere seguir usted con la lista?
Pero así como en algún momento los autos reemplazaron a los caballos, e internet a las palomas mensajeras o al telégrafo, es totalmente inútil resistirse, es como tratar de tapar el sol con la mano: las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial, la forma en la que ‘hoy aprenden las computadoras’, los desafíos están en otro lugar. Justamente, cuando aparecieron los automóviles los tenían pocas personas. Esas personas eran los poderosos, porque tenían la ventaja de ir más rápido y encima, elegir dónde ir.
Quienes tenían dinero podían viajar, comunicarse, interrelacionarse, crear una red de personas ‘conocidas’ con las que se mejoraban mutuamente. Internet reemplazó todo eso. La cantidad de gente que tiene automóviles es mucho mayor, quienes viajan en avión también, pero todavía estamos muy lejos de poder afirmar que eso es ‘para todo el mundo’. En algún sentido, es como si todavía hubiera una parte ‘enorme’ de la sociedad que todavía sigue yendo ‘a caballo’, todavía no tiene acceso a la mejor educación, a la mejor salud, a la mejor comunicación… No tiene acceso al conocimiento, y por lo tanto, no tiene poder. Así como la distribución de la riqueza material es tan dramáticamente injusta, también la riqueza intelectual lo es. Ese es también el desafío del que escribí (o quise hacerlo) más arriba.
Pero volviendo a la educación convencional, hoy pasan otras cosas en simultáneo. Algunos tienen/tenemos acceso, y otros no solo no acceden, sino que ni siquiera saben que no tienen acceso porque ni siquiera saben que determinadas cosas existen o no ven lo que sucede en otro lado. Aquellas mismas personas (docentes por ejemplo, padres de mi generación por poner otro ejemplo) vivimos una vida enseñando y pensando de una determinada manera, y de pronto hoy nos dicen que esa metodología es obsoleta, que no sirve más, que lo que nosotros aprendimos a hacer ¡ya fue! ¡Hay que enseñar de otra manera… si no, uno no puede subsistir!
Supongamos que esto fuera cierto, aunque la afirmación es demasiado categórica como para ser verdadera sin aportarle matices. Pero, supongamos que fuera así: entonces, ¿qué hacemos con todos los docentes? ¿Quién los prepara para lo nuevo que se viene o que ya se vino? ¿Qué lugar ocuparán ellos/nosotros?
Al mismo tiempo, ahora mirado desde nuestro lado, es necesario reinventarnos, tolerar la herida al narcisismo que representa descubrir que los alumnos, a quienes ‘supuestamente’ les estamos enseñando, terminen enseñándonos a nosotros. Para enfrentar esta situación es necesario procurarnos dosis enormes de humildad y tolerancia, no tanto hacia ellos –lo cual es una obviedad— sino a nosotros mismos mientras recorremos esta situación nueva.
Para terminar, o al menos poner una pausa: todo lo que escribí acá arriba son ‘digresiones’. No sé bien a quién me dirijo, ni sé bien si estoy totalmente de acuerdo con lo que escribí. Pero hoy la educación convencional tal como la conocimos en el siglo XX y parte del XXI no tiene futuro. De eso no tengo ninguna duda.
Decidir qué hacer, cómo hacer, requiere de creatividad y sobre todo, de prueba y error, pero más importante todavía, requiere de la coparticipación de los supuestos ‘enseñados’. En algún momento, un profesor ‘dictaba clase’. ¿Se puso alguna vez a pensar en eso? ¡¡¡Dictaba clase!!! El profesor hablaba, y los alumnos, a quienes ‘casi’ no se les permitía levantar la mirada del papel, copiaban lo que el docente les ‘dictaba’.
Pasó mucha agua bajo el puente. Hoy toca mezclar y dar de nuevo. ¡Qué gran desafío y qué lástima que ya no voy a poder ver cómo va a seguir! Pero usted sí: prepárese no solo para verlo, sino para transformarlo y producirlo.

Por Adrián Paenza
Fuente: www.elcohetealaluna.com

Actividad:

  1. ¿Por qué habla de una digresión? Digresión: desviación en el hilo de un discurso oral o escrito para expresar algo que se aparta del tema que se está tratando.
  2. Según el texto ¿Qué currículos ocultos institucionales plantea el autor?
  3. ¿Cuánto tiene que ver lo generacional en el modo de ver la educación?
  4. ¿Cómo se puede llevar a la práctica el desafío que plantea Paenza?
  5. ¿Cuál es el rol docente que establece el autor?
  6. ¿Por qué drásticamente delimita como una condición socio-económica el acceso al conocimiento?
  7. ¿Cuál es la perspectiva del autor (tesis)?

domingo, 30 de septiembre de 2018

“Mi pueblo ha sido el más traicionado de este tiempo” Pablo Neruda


De los desiertos del salitre, de las minas submarinas del carbón, de las alturas terribles donde yace el cobre y lo extraen con trabajos inhumanos las manos de mi pueblo, surgió un movimiento liberador de magnitud grandiosa. Ese movimiento llevó a la presidencia de Chile a un hombre llamado Salvador Allende, para que realizara reformas y medidas de justicia inaplazables, para que rescatara nuestras riquezas nacionales de las garras extranjeras.
Donde estuvo, en los países más lejanos, los pueblos admiraron al presidente Allende y elogiaron el extraordinario pluralismo de nuestro gobierno. Jamás en la historia de la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, se escuchó una ovación como la que le brindaron al presidente de Chile los delegados de todo el mundo.


Aquí en Chile se estaba construyendo, entre inmensas dificultades, una sociedad verdaderamente justa, elevada sobre la base de nuestra soberanía, de nuestro orgullo nacional, del heroísmo de los mejores habitantes de Chile. De nuestro lado, del lado de la revolución chilena, estaban la Constitución y la ley, la democracia y la esperanza. Del otro lado no faltaba nada. Tenían arlequines y polichinelas, payasos a granel, terroristas de pistola y cadena, monjes falsos y militares degradados.
Unos u otros daban vueltas en el carrusel del despecho. Iban tomados de la mano el fascista Jarpa con sus sobrinos de “Patria y Libertad”, dispuestos a romperles la cabeza y el alma a cuanto existe, con tal de recuperar la gran hacienda que ellos llamaban Chile. Junto con ellos, para amenizar la farándula, danzaba un gran banquero y bailarín, algo manchado de sangre; era el campeón de rumba González Videla, que rumbeando entregó hace tiempo su partido a los enemigos del pueblo. Ahora era Frei quien ofrecía su partido demócrata – cristiano a los mismos enemigos del pueblo, y bailaba además con el ex coronel Viaux, de cuya fechoría fue cómplice.
Estos eran los principales artistas de la comedia. Tenían preparados los viveros del acaparamiento, los “miguelitos”, los garrotes y las mismas balas que ayer hicieron de muerte a nuestro pueblo en Iquique, en Ranquil, en Salvador, en Puerto Montt, en la José Maria Caro, en Frutillar, en Puente Alto y en tantos otros lugares. Los asesinos de Hernán Mery bailaban con naturalidad santurronamente. Se sentían ofendidos de que les reprocharan esos “pequeños detalles”.
Chile tiene una larga historia civil con pocas revoluciones y muchos gobiernos estables, conservadores y mediocres. Muchos presidentes chicos y sólo dos presidentes grandes: Balmaceda y Allende. Es curioso que los dos provinieran del mismo medio, de la burguesía adinerada, que aquí se hace llamar aristocracia. Como hombres de principios, empeñados en engrandecer un país empequeñecido por la mediocre oligarquía, los dos fueron conducidos a la muerte de la misma manera.
Balmaceda fue llevado al suicidio por resistirse a entregar la riqueza salitrera a las compañías extranjeras. Allende fue asesinado por haber nacionalizado la otra riqueza del subsuelo chileno, el cobre. En ambos casos la oligarquía chilena organizó revoluciones sangrientas. En ambos casos los militares hicieron jauría. Las compañías inglesas en la ocasión de Balmaceda, las norteamericanas en la ocasión de Allende, fomentaron y sufragaron estos movimientos militares.
En ambos casos las casas de los presidentes fueron desvalijadas por órdenes de nuestros distinguidos “aristócratas”. Los salones de Balmaceda fueron destruidos a hachazos. La casa de Allende, gracias al progreso del mundo, fue bombardeada desde el aire por nuestros heroicos aviadores.
Sin embargo, estos dos hombres fueron muy diferentes. Balmaceda fue un orador cautivante. Tenía una complexión imperiosa que lo acercaba más al mando unipersonal. Estaba seguro de la elevación de sus propósitos. En todo instante sé vio rodeado de enemigos. Su superioridad sobre el medio en que vivía era tan grande, y tan grande su soledad, que concluyó por reconcentrarse en sí mismo.
El pueblo que debía ayudarle no existía como fuerza, es decir, no estaba organizado. Aquel presidente estaba condenado a conducirse como iluminado, como un soñador: un sueño de grandeza se quedó en sueño. Después de su asesinato, los rapaces mercaderes extranjeros y los parlamentarios criollos entraron en posesión del salitre: para los extranjeros, la propiedad y las concesiones; para los criollos las coimas.
Recibidos los treinta dineros todo volvió a su normalidad. La sangre de unos cuantos miles de hombres del pueblo se secó pronto en los campos de batalla. Los obreros más explotados del mundo, los de las regiones del norte de Chile, no cesaron de producir inmensas cantidades de libras esterlinas para la City de Londres.
Allende nunca fue un gran orador. Y como estadista era un gobernante que consultaba todas sus medidas. Fue el antidictador, el demócrata principista hasta en los detalles. Le tocó un país que ya no era el pueblo bisoño de Balmaceda; encontró una clase obrera poderosa que sabía de qué se trataba.
Allende era dirigente colectivo; un hombre que, sin salir de las clases populares, era un producto de la lucha de esas clases contra el estancamiento y la corrupción de sus explotadores. Por tales causas y razones, la obra que realizó en tan corto tiempo es superior a la de Balmaceda; más aun, es la más importante en la historia de Chile.
Sólo la nacionalización del cobre fue una empresa titánica, y muchos objetivos más se cumplieron bajo su gobierno de esencia colectiva. Las obras y los hechos de Allende, de imborrable valor nacional, enfurecieron a los enemigos de nuestra liberación.
El simbolismo trágico de esta crisis se revela en el bombardeo del Palacio de Gobierno; uno evoca la Blitz Krieg de la aviación nazi contra indefensas ciudades extranjeras, españolas, inglesas, rusas; ahora sucedía el mismo crimen en Chile; pilotos chilenos atacaban en picada el palacio que durante siglos fue el centro de la vida civil del país.
Escribo estas rápidas líneas para mis memorias a sólo tres días de los hechos incalificables que llevaron a la muerte de mi gran compañero el presidente Allende. Su asesinato se mantuvo en silencio; fue enterrado secretamente; sólo a su viuda le fue permitido acompañar aquel inmortal cadáver.
La versión de los agresores es que hallaron su cuerpo inerte, con muestras de visible suicidio. La versión que ha sido publicada en el extranjero es diferente. A reglón seguido del bombardeo aéreo entraron en acción los tanques, muchos tanques, a luchar intrépidamente contra un solo hombre: el Presidente de la Republica de Chile, Salvador Allende, que los esperaba en su gabinete, sin más compañía que su corazón, envuelto en humo y llamas.
Tenían que aprovechar una ocasión tan bella. Había que ametrallarlo porque nunca renunciaría a su cargo. Aquel cuerpo fue enterrado secretamente en un sitio cualquiera. Aquel cadáver que marchó a la sepultura acompañado por una sola mujer que llevaba en sí misma todo el dolor del mundo, aquella gloriosa figura muerta iba acribillada y despedazada por las balas de las metralletas de los soldados de Chile, que otra vez habían traicionado a Chile.

(Desde Isla Negra, su residencia en Chile, el 14 de septiembre de 1973, Pablo Neruda escribió su dramático testimonio del 11-S latinoamericano. Luego, el 23, fallece de cáncer. Todos dicen que murió de pena.)

jueves, 27 de septiembre de 2018

La Trampa – Eduardo Galeano


Por valija diplomática llegan los verdes billetes que financian huelgas y sabotajes y cataratas de mentiras. Los empresarios paralizan a Chile y le niegan alimentos. No hay más mercado que el mercado negro. Largas colas hace la gente en busca de un paquete de cigarrillos o un kilo de azúcar; conseguir carne o aceite requiere un milagro de la Virgen María Santísima.
La Democracia Cristiana y el diario «El Mercurio» dicen pestes del gobierno y exigen a gritos el cuartelazo redentor, que ya es hora de acabar con esta tiranía roja; les hacen eco otros diarios y revistas y radios y canales de televisión. Al gobierno le cuesta moverse; jueces y parlamentarios le ponen palos en las ruedas, mientras conspiran en los cuarteles los jefes militares que Allende cree leales.


En estos tiempos difíciles, los trabajadores están descubriendo los secretos de la economía. Están aprendiendo que no es imposible producir sin patrones, ni abastecerse sin mercaderes. Pero la multitud obrera marcha sin armas, vacías las manos, por este camino de su libertad. Desde el horizonte vienen unos cuantos buques de guerra de los Estados Unidos, y se exhiben ante las costas chilenas. Y el golpe militar, tan anunciado, ocurre.
Le gusta la buena vida. Varias veces ha dicho que no tiene pasta de apóstol ni condiciones para mártir. Pero también ha dicho que vale la pena morir por todo aquello sin lo cual no vale la pena vivir.
Los generales alzados le exigen la renuncia. Le ofrecen un avión para que se vaya de Chile. Le advierten que el palacio presidencial será bombardeado por tierra y aire. Junto a un puñado de hombres, Salvador Allende escucha las noticias. Los militares se han apoderado de todo el país. Allende se pone un casco y prepara su fusil. Resuena el estruendo de las primeras bombas. El presidente habla por radio, por última vez: —Yo no voy a renunciar…
Una gran nube negra se eleva desde el palacio en llamas. El presidente Allende muere en su sitio. Los militares matan de a miles por todo Chile. El Registro Civil no anota las defunciones, porque no caben en los libros, pero el general Tomás Opazo Santander afirma que las víctimas no suman más que el 0,01 por 100 de la población, lo que no es un alto costo social, y el director de la CIA, William Colby, explica en Washington que gracias a los fusilamientos Chile está evitando una guerra civil. La señora Pinochet declara que el llanto de las madres redimirá al país. Ocupa el poder, todo el poder, una Junta Militar de cuatro miembros, formados en la Escuela de las Américas en Panamá. Los encabeza el general Augusto Pinochet, profesor de Geopolítica. Suena música marcial sobre un fondo de explosiones y metralla: las radios emiten bandos y proclamas que prometen más sangre, mientras el precio del cobre se multiplica por tres, súbitamente, en el mercado mundial.
El poeta Pablo Neruda, moribundo, pide noticias del terror. De a ratos consigue dormir y dormido delira. La vigilia y el sueño son una única pesadilla. Desde que escuchó por radio las palabras de Salvador Allende, su digno adiós, el poeta ha entrado en agonía.

lunes, 24 de septiembre de 2018

El día que García Márquez relató la muerte de Salvador Allende


El Golpe del '73 no dejó indiferente al escritor colombiano, quien -siendo entonces periodista- escribió una crónica sobre el hecho en la que sostenía que el presidente había sido asesinado.
"Amaba la vida, amaba las flores y los perros y era de una galantería un poco a la antigua, con esquelas perfumadas y encuentros furtivos".
Gabriel García Márquez ganó el Premio Nobel de Literatura en 1982, de esta forma su obra "Cien años de soledad" lo terminaba por consolidar en la cima de la narrativa mundial y que este jueves, a los 87 años de vida lo despide como uno de los más grandes.
Pero el "Gabo", como lo denominaban de cariño, inició su carrera como periodista mientras estudiaba derecho en la universidad y nunca dejó de lado esa faceta.
El 11 de septiembre de 1973, el Golpe de Estado que se produjo en nuestro país terminó con la muerte de quien en ese momento gobernaba Chile, Salvador Allende Gossens.
Un hecho que no dejó ajeno al reconocido escritor colombiano y que inmortalizó en su relato "la verdadera muerte de un presidente", en donde describe al fallecido mandatario como un hombre "tenaz, decidido e imprevisible", pero en la sostenía que Allende había sido asesinado.
"Su virtud mayor fue la consecuencia, pero el destino le deparó la rara y trágica grandeza de morir defendiendo a bala el mamarracho anacrónico del derecho burgués".

Gabriel García Márquez
Fuente: @24horas.cl Televisión Nacional de Chile


jueves, 20 de septiembre de 2018

"La verdadera muerte de un presidente." Gabriel García Márquez

La contradicción más dramática de su vida fue ser al mismo tiempo, enemigo congénito de la violencia y revolucionario apasionado, y él creía haberla resuelto con la hipótesis de que las condiciones de Chile permitían una evolución pacífica hacia el socialismo dentro de la legalidad burguesa. La experiencia le enseñó demasiado tarde que no se puede cambiar un sistema desde el gobierno, sino desde el poder.
Esa comprobación tardía debió ser la fuerza que lo impulsó a resistir hasta la muerte en los escombros en llamas de una casa que ni siquiera era la suya, una mansión sombría que un arquitecto italiano construyó para fábrica de dinero y terminó convertida en el refugio de un Presidente sin poder.


Hacia las cuatro de la tarde el general de división Javier Palacios, logró llegar hasta el segundo piso, con su ayudante el capitán Gallardo y un grupo de oficiales. Allí entre las falsas poltronas Luis XV y los floreros de Dragones Chinos y los cuadros de Rugendas del salón rojo, Salvador Allende los estaba esperando. Llevaba en la cabeza un casco de minero y estaba en mangas de camisa, sin corbata y con la ropa sucia de sangre. Tenía la metralleta en la mano.
Allende conocía al general Palacios. Pocos días antes le había dicho a Augusto Olivares que aquel era un hombre peligroso, que mantenía contactos estrechos con la Embajada de los EE.UU. 
Había cumplido 64 en el julio anterior y era un Leo perfecto: tenaz, decidido e imprevisible.
Lo que piensa Allende sólo lo sabe Allende, me había dicho uno de sus ministros. Amaba la vida, amaba las flores y los perros, y era de una galantería un poco a la antigua, con esquelas perfumadas y encuentros furtivos.
Su virtud mayor fue la consecuencia, pero el destino le deparó la rara y trágica grandeza de morir defendiendo  el mamarracho anacrónico del derecho burgués, defendiendo una Corte Suprema de Justicia que lo había repudiado y había de legitimar a sus asesinos, defendiendo un Congreso miserable que lo había declarado legítimo pero que había de sucumbir complacido ante la voluntad de los usurpadores, defendiendo la voluntad de los partidos de la oposición que habían vendido su alma al fascismo, defendiendo toda la parafernalia apolillada de un sistema de mierda que él se había propuesto aniquilar sin disparar un tiro.
El drama ocurrió en Chile, para mal de los chilenos, pero ha de pasar a la historia como algo que nos sucedió sin remedio a todos los hombres de este tiempo, que se quedó en nuestras vidas para siempre.

Septiembre de 2003, al cumplirse 30 años del golpe militar de 1973 en Chile.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Libros de Pedagogía

A todos los profesores, maestros, psicólogos y pedagogos, hoy les traemos más de 50 libros ¡completamente gratis! La selección incluye libros contemporáneos y clásicos como los libros del teórico Paulo Freire. Son idóneos para consulta, investigación o simplemente aprender algo nuevo. 

Libros: click

Fuente: el entorno estudiante.com

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Histórico diálogo entre Fidel Castro y Salvador Allende


Por estos días la televisión pública argentina difundió El Diálogo de América, charla en noviembre de 1971 entre el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y el extinto presidente Salvador Allende, durante la visita de tres semanas realizada por el primero a Chile. Una información de Prensa Latina señala que filmado por el cineasta Álvaro Covacevich y con la participación, como entrevistador, del destacado periodista chileno y asesor personal de Allende, Augusto Olivares, El Diálogo de América fue estrenado mundialmente en París en abril de 1972 como testimonio de la lucha por el proceso chileno. Hace referencia a que el diario argentino Página 12 recuerda que sus presentadores entonces fueron el fallecido escritor y poeta chileno Pablo Neruda y el actor Marcel Marceau.
Este documental, restaurado por la televisión pública argentina fue difundido por primera vez en el país, tras ser recuperado recientemente entre el patrimonio de Covacevich, quien luego del golpe militar de 1973 se exilió en México. La distendida conversación tuvo lugar en los jardines de la casa presidencial, en la cual temas como la llamada Vía chilena, emprendida por la Unidad Popular (UP) para encaminar las transformaciones en el país, o la decisiva participación de la clase obrera en los procesos de cambio en una y otra sociedad, fueron analizados por ambos estadistas. También se refirieron a los principales obstáculos enfrentados por la UP para llevar adelante su programa, y por la Revolución cubana para lograr su supervivencia y avanzar.
Estos obstáculos, precisó Allende en aquel entonces, nacen de una oligarquía con bastante experiencia que defiende muy bien sus intereses y tiene el respaldo del imperialismo. En el caso de Cuba, Fidel Castro indicó que el principal obstáculo era de orden exterior, y mencionó al imperialismo norteamericano, que ejerce, dijo, una formidable oposición, utilizando para ello armas políticas, económicas y militares, pese a lo cual no tiene -aseguró- la más remota posibilidad de aplastar a la Revolución.


martes, 11 de septiembre de 2018

Chile, el Golpe y los Gringos


Chile es un país angosto, con 4.270 kilómetros de largo y 190 de ancho, y con 10 millones de habitantes efusivos, dos de los cuales viven en Santiago, la capital. La grandeza del país no se funda en la cantidad de sus virtudes, sino el tamaño de sus excepciones. Lo único que produce con absoluta seriedad es mineral de cobre, pero es el mejor del mundo, y su volumen de producción es apenas inferior al de Estados Unidos y la Unión Soviética.
También produce vinos tan buenos como los europeos, pero exportan poco porque casi todos se los beben los chilenos. Su ingreso per cápita, 600 dólares, es de los más elevados de América Latina, pero casi la mitad del producto nacional bruto se lo reparten solamente 300.000 personas. En 1932, Chile fue la primera república socialista del continente, y se intentó la nacionalización del cobre y el carbón con el apoyo entusiasta de los trabajadores, pero la experiencia sólo duró 13 días.
Tiene un promedio de un temblor de tierra cada dos días y un terremoto devastador cada tres años. Los geólogos menos apocalípticos consideran que Chile no es un país de tierra firme sino una cornisa de los Andes en un océano de brumas, y que todo el territorio nacional, con sus praderas de salitre y sus mujeres tiernas, está condenado a desaparecer en un cataclismo.

Gabriel García Márquez

Texto (click)

martes, 4 de septiembre de 2018

Resista

Natalia Carrizo es una escritora, feminista y fotógrafa del conurbano bonaerense. En el 2016 publicó su libro de poesía "No somos diezmo". A principios de este año un texto de su autoría, "resista", empezó a circular por las redes, pero atribuido a Paco Urondo. A continuación, ella reflexiona sobre esto y sobre el lugar que tienen los escritores en estos tiempos.

Resista. Exista. Encuentre entre sus afectos la ciudad habitable. 
Organice la solidaridad. Cuide a los suyos, teja redes. 
Comparta el plato de comida cuando falte. Abrace y contenga. 
Déjese abrazar y pídalo cuando haga falta.
Lo quieren quebrado. Lo quieren asumiendo el imposible. Lo quieren muerto por dentro y esclavo. Grite cuando haga falta, mascullar hace mal al alma y a los dientes.
Renuncie a la resignación. Anuncie la exasperación. Contagie.
Camine dos cuadras más pero elija siempre a los propios, cada cual merece el jugo de los trapos que no lava. Esto es parte de la justicia.
No practique la empatía con los hijos de puta, puede convertirse en uno de ellos.
A la estética, ética.
Esquive la anestesia.
Diviértase, pero no se entretenga.
No se acostumbre.
No se acostumbre.
No se acostumbre.
Exista en la identidad.
Resista la autoridad.
Encuentre entre sus afectos la ciudad habitable.

Natalia Carrizo

Fuente: http://www.agenciapacourondo.com.ar

martes, 21 de agosto de 2018

"El marxismo del Che Guevara: Polémicas y aportes"

Por Fernando Martinez Heredia

“Cuando el Che empezó a ser marxista, el marxismo tenía muchos problemas en América Latina. Entonces, el Che fue marxista como es cada uno: como puede. Casi todos somos hijos de nuestra circunstancia, y la mayoría lo seguimos siendo hasta la muerte. Los grandes se distinguen, entre otras cosas, porque logran irse por encima de su circunstancia —no del todo, pero bastante— y dejan una huella muy elevada y diferente, que sirve para avanzar. Eso hizo el Che”.

Información disponible en el sitio ARCHIVO CHILE, Web del Centro Estudios “Miguel Enríquez”, CEME: http://www.archivochile.com
Texto completo: click


NOTA: El portal del CEME es un archivo histórico, social y político básicamente de Chile y secundariamente de América Latina. No persigue ningún fin de lucro. La versión electrónica de documentos se provee únicamente con fines de información y preferentemente educativo culturales.

viernes, 17 de agosto de 2018

Entrevista al Comandante Che Guevara por Lisa Howard de la cadena ABC

El 22 de febrero de 1964 la periodista norteamericana Lisa Howard de la cadena ABC entrevistó al Comandante Che Guevara en su despacho del Ministerio de Industrias de #Cuba
Estos son 47 minutos de lo filmado entonces de los que solo se transmitieron 22 minutos doblados al inglés el 22 de marzo de 1964.

Amigos de #LaPupilaTv

lunes, 13 de agosto de 2018

Che: La peligrosa costumbre de seguir naciendo - Canal Encuentro

Este documental rescata valiosos testimonios de quienes estuvieron con él en sus últimos días.
Investigación y contenidos: Pacho O´Donnel

miércoles, 8 de agosto de 2018

Fidel: la estrategia política de la victoria

El análisis del mismo tiene dos connotaciones: la información, en sí misma y la forma de redactar un ensayo. Muy importante al momento de argumentar y sostener una tesis.

“La revolución está por encima de todo lo que habíamos hecho cada uno de nosotros: está por encima y es más importante que cada una de las organizaciones que había aquí, Veintiséis, Partido Socialista Popular, Directorio, todo. La revolución en sí misma es mucho más importante que todo eso.” Fidel Castro

Ensayo sobre el papel que Fidel otorga al trabajo político y a la política, en general, en su estrategia de lucha contra Batista. Muestra el valor que este otorga a la propaganda en la concientización del pueblo; su gran flexibilidad táctica sin abandonar los principios, la importancia que otorga a la unidad de las fuerzas revolucionarias, entre otras cosas. Bajo el título: La estrategia política de Fidel: Del Moncada a la victoria, fue publicado en varios países de América Latina en 1985.
En el año 2001 se publica en Cuba con una nueva introducción, presentación de Miguel Urbano y un Anexo: El partido único en Cuba y la cuestión de la soberanía nacional. Impreso en: República Dominicana, CEDICITE 1ª ed. 1985; Perú, Causachún, 1985, y Horizonte, 1985; El Salvador, Taller Popular FMLN, 1985, Bolivia, MIR-Bolivia Libre, 1986 y la Editorial Panamericana, 1985; Argentina, Editorial Contrapunto, 1985; Panamá, Ediciones Bayano, 1986, Perú, Instituto de Investigaciones Cambio y Desarrollo, 1986; Chile, Ediciones Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, 1986; Uruguay, Editorial Compañero, 1986; México, Nuestro Tiempo, 1986; Venezuela, Ediciones Centauro, 1986; Nueva York, London, Sydney Editorial Pathfinder Press, 1987; Brasil, Editora Expressão Popular, 2000; en Cuba bajo el título: Fidel: La estrategia política de la victoria, Editorial de Ciencias Sociales, 2001.

Marta Harnecker - 14 mayo 1991

Ensayo (click)

jueves, 2 de agosto de 2018

¿Cómo investigar la Revolución cubana?


Con la idea de concretar el trabajo y las proyecciones del Grupo de Estudios sobre la Revolución cubana, creado por la Cátedra “Antonio Gramsci” del ICIC “Juan Marinello” en junio de 2016, Fernando Martínez Heredia presentó extensamente a sus miembros lo que él consideraba como los cinco problemas y las seis necesidades básicas para investigar la Revolución cubana, desde la lucha insurreccional hasta ahora. Por su longitud, hemos dividido la intervención en dos partes. La Tizza puso recientemente a disposición de los lectores la primera, hoy Cubadebate la reproduce.

Por Fernando Martínez Heredia

¿Cómo investigar la Revolución cubana? (I) click
¿Cómo investigar la Revolución cubana? (II) click


lunes, 16 de julio de 2018

Autobiografía de Rodolfo Walsh

Me llaman Rodolfo Walsh. Cuando chico, ese nombre no terminaba de convencerme: pensaba que no me serviría, por ejemplo, para ser presidente de la República. Mucho después descubrí que podía pronunciarse como dos yambos aliterados, y eso me gustó. 
Nací en Choele-Choel, que quiere decir "corazón de palo". Me ha sido reprochado por varias mujeres.
Mi vocación se despertó tempranamente: a los ocho años decidí ser aviador. Por una de esas confusiones, el que la cumplió fue mi hermano. Supongo que a partir de ahí me quedé sin vocación y tuve muchos oficios. El más espectacular: limpiador de ventanas; el más humillante: lavacopas; el más burgués: comerciante de antiguedades; el más secreto: criptógrafo en Cuba.
Mi padre era mayordomo de estancia, un transculturado al que los peones mestizos de Río Negro llamaban Huelche. Tuvo tercer grado, pero sabía bolear avestruces y dejar el molde en la cancha de bochas. Su coraje físico sigue pareciéndome casi mitológico. Hablaba con los caballos. Uno lo mató, en 1947, y otro nos dejó como única herencia. Este se llamaba "Mar Negro", y marcaba dieciséis segundos en los trescientos: mucho caballo para ese campo. Pero esta ya era zona de la desgracia, provincia de Buenos Aires.


Tengo una hermana monja y dos hijas laicas.
Mi madre vivió en medio de cosas que no amaba: el campo, la pobreza. En su implacable resistencia resultó más valerosa, y durable, que mi padre. El mayor disgusto que le causo es no haber terminado mi profesorado en letras.
Mis primeros esfuerzos literarios fueron satíricos, cuartetas alusivas a maestros y celadores de sexto grado. Cuando a los diecisiete años dejé el Nacional y entré en una oficina, la inspiración seguía viva, pero había perfeccionado el método: ahora armaba sigilosos acrósticos.
La idea más perturbadora de mi adolescencia fue ese chiste idiota de Rilke: Si usted piensa que puede vivir sin escribir, no debe escribir. Mi noviazgo con una muchacha que escribía incomparablemente mejor que yo me redujo a silencio durante cinco años. Mi primer libro fueron tres novelas cortas en el género policial, del que hoy abomino. Lo hice en un mes, sin pensar en la literatura, aunque sí en la diversión y el dinero. Me callé durante cuatro años más, porque no me consideraba a la altura de nadie. Operación masacre cambió mi vida. Haciéndola, comprendí que, además de mis perplejidades íntimas, existía un amenazante mundo exterior. Me fui a Cuba, asistí al nacimiento de un orden nuevo, contradictorio, a veces épico, a veces fastidioso. Volví, completé un nuevo silencio de seis años.

En 1964 decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía. Pero no veo en eso una determinación mística. En realidad, he sido traído y llevado por los tiempos; podría haber sido cualquier cosa, aun ahora hay momentos en que me siento disponible para cualquier aventura, para empezar de nuevo, como tantas veces.

En la hipótesis de seguir escribiendo, lo que más necesito es una cuota generosa de tiempo. Soy lento, he tardado quince años en pasar del mero nacionalismo a la izquierda; lustros en aprender a armar un cuento, a sentir la respiración de un texto; sé que me falta mucho para poder decir instantáneamente lo que quiero, en su forma óptima; pienso que la literatura es, entre otras cosas, un avance laborioso a través de la propia estupidez.

martes, 10 de julio de 2018

Libros libres

En la web el ortiba, colectivo de cultura popular, tiene un link en donde se pueden descargar cuantiosos libros de historia, filosofía, arte, música, literatura y otras ciencias.

También, recomiendo el sitio para mantenerse informado desde una alternativa popular.

Libros (click)

jueves, 5 de julio de 2018

Cuentos indígenas

Dentro del Seminario Náhualt, se llevó a cabo la presentación de tres volúmenes de cuentos indígenas clásicos que se pueden descargar en PDF.

Click: aquí

lunes, 2 de julio de 2018

José Carlos Mariátegui - Programa del Partido Socialista Peruano

José Carlos Mariátegui
Programa del Partido Socialista Peruano

El programa debe ser una declaración doctrinal que afirme:

1.-El carácter internacional de la economía contemporánea que no consiente a ningún país evadirse de las corrientes de transformación surgidas de las actuales condiciones de producción.

2.-El carácter internacional del movimiento revolucionario del proletariado. El Partido socialista adapta su praxis a las circunstancias concretas del país, pero obedece a una amplia visión de clase, y las mismas circunstancias nacionales están subordinadas al ritmo de la historia mundial. La revolución de la independencia hace más de un siglo, fue un movimiento solidario de todos los pueblos subyugados por España; la revolución socialista es un movimiento mancomunado de todos los pueblos oprimidos por el capitalismo. Si la revolución liberal, nacionalista por sus principios, no pudo ser actuada sin una estrecha unión entre los países sudamericanos, fácil es comprender la ley histórica que, en una época más acentuada de interdependencia y vinculación de las naciones, impone que la revolución social, internacionalista en sus principios, se opere con una coordinación mucho más disciplinada e intensa de los partidos proletarios. El manifiesto de Marx y Engels condensó el primer principio de la revolución proletaria en la frase histórica: "¡Proletarios de todos los países, unios!".

3.-El agudizamiento de las contradicciones de la economía capitalista. El capitalismo se desarrolla en un pueblo semifeudal como el nuestro; en instantes en que, llegado a la etapa de los monopolios y del imperialismo, toda la ideología liberal, correspondiente a la etapa de la libre concurrencia, ha cesado de ser válida. El imperialismo no consiente a ninguno de estos pueblos semi-coloniales, que explota como mercados de su capital y sus mercancías y como depósitos de materias primas, un programa económico de nacionalización e industrialismo; los obliga a la especialización, a la monocultura (petróleo, cobre, azúcar, algodón, en el Perú), sufriendo una permanente crisis de artículos manufacturados, crisis que se deriva de esta rígida determinación de la producción nacional, por factores del mercado mundial capitalista.

4.-El capitalismo se encuentra en su estadio imperialista. Es el capitalismo de los monopolios, del capital financiero, de las guerras imperialistas por el acaparamiento de los mercados y de las fuentes de materias brutas. La praxis del socialismo marxista en este período es la del marxismo-leninismo. El marxismo-leninismo es el método revolucionario de la etapa del imperialismo, y de los monopolios. El Partido socialista del Perú lo adopta como método de lucha.

5.-La economía pre-capitalista del Perú republicano que, por la ausencia de una clase burguesa vigorosa y por las condiciones nacionales e internacionales que han determinado el lento avance del país por la vía capitalista> no puede liberarse bajo el régimen burgués, enfeudado a los intereses capitalistas, coludido con la feudalidad gamonalista y clerical, de las taras y rezagos de la feudalidad colonial. El destino colonial del país reanuda su proceso. La emancipación de la economía del país es posible únicamente por la acción de las masas proletarias, solidarias con la lucha antiimperialista mundial. Sólo la acción proletaria puede estimular primero y realizar después las tareas de la revolución democrático-burguesa que el régimen burgués es incompetente para desarrollar y cumplir.

6.-El socialismo encuentra, lo mismo en la, subsistencia de las comunidades que en las grandes empresas agrícolas, los elementos de una solución socialista de la cuestión agraria, solución que tolerará en parte la explotación de la tierra por los pequeños agricultores, ahí donde el yanaconazgo o la pequeña propiedad recomienden dejar a la gestión individual, en tanto que se avanza en la gestión colectiva de la agricultura, las zonas donde ese género de explotación prevalece. Pero esto, lo mismo que el estímulo que se presta al libre resurgimiento del pueblo indígena, a la manifestación creadora de sus fuerzas y espíritu nativo, no significa en lo absoluto una romántica y antihistórica tendencia de construcción o resurrección del socialismo incaico, que correspondió a condiciones históricas completamente superadas y del cual sólo quedan como factor aprovechable dentro de una técnica de producción perfectamente científica, los hábitos de cooperación y socialismo de los campesinos indígenas. El socialismo presupone la técnica, la ciencia, la etapa capitalista, y no puede importar el menor retroceso en la adquisición de las conquistas de la civilización moderna, sino, por el contrario, la máxima y metódica aceleración de la incorporación de estas conquistas en la vida nacional.

7.-Sólo el socialismo puede resolver el problema de una educación efectivamente democrática e igualitaria, en virtud de la cual cada miembro de la sociedad reciba toda la instrucción a que su capacidad le dé derecho. El régimen educacional socialista es el único que puede aplicar plena y sistemáticamente los principios de la escuela única, de la escuela del trabajo, de las comunidades escolares y, en general, de todos los ideales de la pedagogía revolucionaria contemporánea, incompatible con los privilegios de la escuela capitalista, que condena a las clases pobres a la inferioridad cultural y hace de la instrucción superior el monopolio de la riqueza.

8.-Cumplida su etapa democrático-burguesa, la revolución deviene, en sus objetivos y su doctrina, revolución proletaria. El partido del proletariado, capacitado por la lucha para el ejercicio del poder y el desarrollo de su propio programa, realiza en esta etapa las tareas de la organización y defensa del orden socialista.

9.-El Partido socialista del Perú es la vanguardia del proletariado, la fuerza política que asume la tarea de su orientación y dirección en la lucha por la realización de sus ideales de clase.
Anexos al programa se publicarán proyectos de tesis sobre la cuestión indígena, la situación económica, la lucha antiimperialista, que, después del debate de las secciones y de las enmiendas que en su texto introduzca el Comité Central, quedarán definitivamente formuladas en el Primer Congreso del Partido.

Desde el manifiesto, el Partido dirigirá un llamamiento a todos sus adherentes, a las masas trabajadoras, para trabajar por las siguientes reivindicaciones inmediatas:
• Reconocimiento amplio de la libertad de asociación, reunión y prensa obreras.
• Reconocimiento del derecho de huelga para todos los trabajadores. Abolición de la conscripción vial.
• Sustitución de la ley de la vagancia por los artículos que consideraban específicamente la cuestión de la vagancia en el anteproyecto del Código Penal puesto en vigor por el Estado, con la sola excepción de esos artículos incompatibles con el espíritu y el criterio penal de la ley especial.
• Establecimiento de los Seguros Sociales y de la Asistencia Social del Estado.
• Cumplimiento de las leyes de accidentes de trabajo, de protección del trabajo de las mujeres y menores, de las jornadas de ocho horas en las faenas de la agricultura.
• Asimilación del paludismo en los valles de la costa a la condición de enFermedad profesional con las consiguientes responsabilidades de asistencia para el hacendado.
• Establecimiento de la jornada de siete horas en las minas y en 105 trabajos insalubres, peligrosos y nocivos para la salud de los trabajadores.
• Obligación de las empresas mineras y petroleras de reconocer a sus trabajadores de modo permanente y efectivo, todos los derechos que le garantizan las leyes del país.
• Aumento de los salarios en la industria, la agricultura, las minas, los transportes marítimos y terrestres v las islas guaneras, en proporción con el costo de vida y con el derecho de los trabajadores a un tenor de vida más elevado.
• Abolición efectiva de todo trabajo forzado o gratuito, y abolicion o punicion del regimen semi-esclavista en la montaña
• Dotación a las comunidades de tierras de latifundios para la distribución entre sus miembros en proporción suficiente a sus necesidades.
• Expropiación, sin indemnización, a favor de las comunidades, de todos los fundos de los conventos y congregaciones religiosas.
• Derecho de los yanaconas, arrendatarios, etc., que trabajen un terreno más de tres años consecutivos, a obtener la adjudicación definitiva del uso de sus parcelas, mediante anualidades no superiores al 60% del canon actual de arrendamiento.
• Rebaja al menos en un 50% de este canon, para todos los que continúen en su condición de aparceros o arrendatarios.
• Adjudicación a las cooperativas y a los campesinos pobres, de las tierras ganadas al cultivo por las obras agrícolas de irrigación.
• Mantenimiento, en todas partes, de los derechos reconocidos a los empleados por la ley respectiva.
• Reglamentación, por una comisión paritaria, de los derechos de jubilación en forma que no implique el menor menoscabo de los establecidos por la ley.
• Implantación del salario y del sueldo mínimo.
• Ratificación de la libertad de cultos y enseñanza religiosa al menos en los términos del artículo constitucional y consiguiente derogatoria del último decreto contra las iglesias no católicas. Gratuidad de la enseñanza en todos sus grados.

Estas son las principales reivindicaciones por las cuales el Partido socialista luchará de inmediato. Todas ellas responden a perentorias exigencias de la emancipación material e intelectual de las masas. Todas ellas tienen que ser activamente sostenidas por el proletariado y por los elementos conscientes de la clase media.
La Libertad del Partido para actuar públicamente, al amparo de la constitución y de las garantías, que ésta acuerda a los ciudadanos para crear y difundir sin destricciones su prensa, para realizar sus congresos y debates, es un derecho reivindicado por e1 acto mismo de la fundación pública de esta agrupación.
Los grupos estrechamente ligados que se dirigen hoy al pueblo por medio de este manifiesto, asumen resueltamente, con la conciencia de un deber y una responsabilidad históricas, la misión de defender y propagar sus principios y mantener y acrecentar su Organización, a costa de cualquier sacrificio. Y las masas trabajadoras de la ciudad, el campo y las minas y el campesinado indígena, cuyos intereses y aspiraciones representamo5 en la lucha política, sabrán apropiarse de estas reivindicaciones y de esta doctrina, combatir perseverante y esforzadamente por ellas y encontrar, a través de esta lucha, la vía que conduce a la victoria final del socialismo.

¡Viva la clase obrera del Perú!
¡Viva el proletariado mundial!
¡Viva la revolución social!

Escrito: Redactado por José Carlos Mariátegui en octubre de 1928, y aprobado en el Comité Central del partido, a comienzos de 1929.
Fuente: José Carlos Mariátegui, La organización del proletariado, Comisión Política del Comité Central del Partido Comunista Peruano (eds.). Lima: Ediciones Bandera Roja, 1967.
Preparado para el Internet: Marxists Internet Archive, diciembre de 2000.

miércoles, 13 de junio de 2018

Revolución Mexicana


Historia Americana del Siglo XX 

Trabajo Práctico Nº 3
Actividad Grupal: 4 estudiantes
Entrega: Lunes 18 de junio
Formato: papel – carátula - letra Arial 12 – texto justificado.

1- ¿Qué características posee la Revolución Mexicana para que se considerada un proceso de cambio social? Argumentar la respuesta citando el marco teórico brindado en clase.

2- Identificar en el video “Filosofía Aquí y Ahora”, los cambios suscitados en las áreas políticas, económicas y culturales.

3- Redactar un texto (30 líneas) en donde se analice la Revolución Mexicana desde la perspectiva del Pensamiento Latinoamericano. Ejes a tener en cuenta: dialéctica, praxis, clase sociales y ruptura.

4- Realizar una línea de tiempo desde 1856 hasta 1923. Anexo: Software educativo para realizar líneas de tiempo




Video: click