![](https://cen7.files.wordpress.com/2011/03/subversion.jpg?w=535)
Los
sucesivos ministros -Bruera, Catalán, Llerena Amadeo, Burundarena y Liciardo- entendían
que el ámbito de la cultura y la educación eran los más adecuados para que la
subversión pudiera realizar su trabajo de captación ideológica. Por esa razón,
trataron de ejercer un control estricto de esos dos ámbitos a partir de la
producción de materiales que revelaran el accionar del enemigo y orientaran a
los integrantes de la comunidad educativa para encarar la lucha contra él. La
Resolución 538/77 firmada por el ministro Juan José Catalán expresaba que entre
los Propósitos y los Objetivos Básicos del Proceso de Reorganización Nacional
se encuentra:
“[…]
la erradicación de la subversión en todas sus formas.
[…] la vigencia de los valores de la moral cristiana, de la tradición nacional y de la dignidad del ser argentino y la conformación de un sistema educativo acorde con las necesidades del país, que sirva efectivamente a los objetivos de la Nación y consolide los valores y aspiraciones culturales de ésta”.
[…] la vigencia de los valores de la moral cristiana, de la tradición nacional y de la dignidad del ser argentino y la conformación de un sistema educativo acorde con las necesidades del país, que sirva efectivamente a los objetivos de la Nación y consolide los valores y aspiraciones culturales de ésta”.
En
consonancia con lo expuesto resolvía:
“El
folleto titulado “Subversión en el ámbito educativo (Conozcamos a nuestro
enemigo)” se distribuirá en todos los establecimientos educacionales […]”
Fuente: cen7.wordpress.com
Texto
completo (click)