miércoles, 2 de abril de 2025

Carina Kaplan - La inclusión como posibilidad

 Capítulos:

- Formas de nominación escolar: las categorías de “alumno pobre” y de “alumno inteligente”

- El lugar del docente: el margen de acción dentro de los condicionantes sociales

La escuela puede funcionar como reproductora de exclusiones o como espacio de posibilidad.

1. Formas de nominación escolar: las categorías de “alumno pobre” y de “alumno inteligente”

Kaplan analiza cómo las escuelas construyen formas de nominación que clasifican y etiquetan a los estudiantes. Estas categorías no son neutras: funcionan como modos de organizar las expectativas docentes y de legitimar desigualdades.

  • El “alumno pobre”:
    • Se lo asocia a la carencia: falta de recursos, de acompañamiento familiar, de hábitos.
    • La mirada escolar lo ubica en un lugar de déficit, donde se espera menos de él.
    • Esto reproduce exclusiones y refuerza la idea de que su condición social es un límite natural a sus aprendizajes.
  • El “alumno inteligente”:
    • Es aquel al que se le atribuyen capacidades innatas, “talento natural” o facilidad.
    • Se lo distingue como diferente del resto y se le otorgan mayores expectativas, confianza y reconocimiento.
    • Esta categoría también puede ser problemática, ya que simplifica la complejidad de los procesos de aprendizaje y naturaliza privilegios.

Kaplan muestra que estas nominaciones producen efectos performativos: no solo describen a los alumnos, sino que moldean sus trayectorias, generando profecías autocumplidas.

2. El lugar del docente: el margen de acción dentro de los condicionantes sociales

Este capítulo reflexiona sobre la tensión entre los condicionantes estructurales y la práctica docente.

  • Los docentes trabajan en contextos atravesados por la desigualdad social, la pobreza, la fragmentación cultural y la falta de recursos. Estos factores parecen marcar límites estrictos.
  • Sin embargo, Kaplan sostiene que siempre hay un margen de acción, aunque reducido, que habilita decisiones pedagógicas inclusivas.
  • El rol del docente se entiende entonces como:
    • Reconocer los condicionantes sociales, sin caer en determinismos que paralicen.
    • Usar ese margen para crear oportunidades de aprendizaje, diversificar propuestas, cuestionar prejuicios y abrir horizontes.
    • Trabajar de manera colectiva e institucional para ampliar ese margen, vinculándose con otros actores (familias, comunidad, políticas públicas).

La clave está en que, aún en condiciones adversas, el docente puede ser un agente de transformación, evitando reproducir desigualdades y promoviendo inclusión.



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