sábado, 15 de octubre de 2016

Tramo de Formación Docente - TP N°4

Construcción de la Ciudadanía

“no se escribe para ser escritor ni se lee para ser lector.
Se escribe y se lee para comprender el mundo.
Nadie, pues, debería salir a la vida sin haber adquirido esas habilidades básicas”.
Juan José Millas

Como señala Teresa Colomer (1997: 12),  “la interpretación aboca a la constatación de la diversidad y multiplicidad de las repuestas personales ante los textos, un aspecto que la lectura guiada en la escuela no ha potenciado ni incluso aceptado hasta ahora. Sin embargo, la respuesta del lector es un aspecto muy atendido en la tradición educativa anglosajona y el razonamiento crítico (distinguir entre datos y opiniones del autor, juzgar la credibilidad, aplicar la información de forma creativa, etc.) empieza a recibir atención a causa de la introducción de nuevos tipos de textos, como el argumentativo o el publicitario, en la enseñanza escolar”.
Las características de los diversos tipos de textos –casi siempre en el ámbito de la lingüística del texto y del análisis del discurso- y el estudio psicológico de los procesos cognitivos implicados en la interpretación de los mensajes se ha traducido en actividades sobre la identificación de las ideas principales y secundarias, sobre la comprensión global del texto a través del resumen y sobre la superestructura textual. Existen en este sentido programas escolares orientados a enseñar a identificar la idea principal del texto, a enseñar las estrategias y las técnicas del resumen y a identificar los organizadores textuales (referentes, conectores, informaciones metatextuales, etc.).

Contenidos a desarrollar: Leer, conversar sobre lo leído y escribir

Una de las actividades más útiles en el aprendizaje de la comprensión de textos es aquella que interrelaciona la discusión oral con los textos escritos. En efecto, en las aulas la discusión colectiva o en grupos enriquece la comprensión lectora al ofrecer las interpretaciones de los demás, refuerza la memoria a largo plazo, ya que los estudiantes deben recordar la información para explicar lo que han entendido, y contribuye a desarrollar la comprensión en profundidad y el pensamiento crítico si se ven obligados a argumentar sobre las opiniones emitidas eliminando las incoherencias y contradicciones de su interpretación del texto.
Por otra parte, la escritura de textos constituye una actividad que también ayuda a analizar y a entender muchos aspectos textuales, como las estructuras utilizadas o la importancia de los conectores. Nada más absurdo que establecer fronteras entre leer para aprender la información y escribir para dar cuenta de lo aprendido. Unir ambas actividades repercute en el progreso lector de los estudiantes y es una vía muy transitada en la actualidad en la programación docente en las aulas en torno a proyectos de trabajo.

Expectativas de logro:

  • Reconocimiento de las ideas principales del texto abordado
  • Desarrollo de análisis y posterior escritura del mismo
  • La escritura como argumentación de una hipótesis
Actividad:

Se propondrá, a partir del abordaje del texto leído y proyectado de manera grupal en la representación PowToon, una nota de opinión argumentativa de 30 líneas, desarrollando el siguiente formato: Título, hipótesis, desarrollo y conclusión.


Desarrollo aúlico: 40 minutos

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