José Carlos Mariátegui
Programa del Partido Socialista
Peruano
El programa debe ser una
declaración doctrinal que afirme:
1.-El carácter internacional de
la economía contemporánea que no consiente a ningún país evadirse de las
corrientes de transformación surgidas de las actuales condiciones de
producción.
2.-El carácter internacional del
movimiento revolucionario del proletariado. El Partido socialista adapta su
praxis a las circunstancias concretas del país, pero obedece a una amplia
visión de clase, y las mismas circunstancias nacionales están subordinadas al
ritmo de la historia mundial. La revolución de la independencia hace más de un
siglo, fue un movimiento solidario de todos los pueblos subyugados por España;
la revolución socialista es un movimiento mancomunado de todos los pueblos
oprimidos por el capitalismo. Si la revolución liberal, nacionalista por sus
principios, no pudo ser actuada sin una estrecha unión entre los países
sudamericanos, fácil es comprender la ley histórica que, en una época más
acentuada de interdependencia y vinculación de las naciones, impone que la
revolución social, internacionalista en sus principios, se opere con una
coordinación mucho más disciplinada e intensa de los partidos proletarios. El
manifiesto de Marx y Engels condensó el primer principio de la revolución
proletaria en la frase histórica: "¡Proletarios de todos los países, unios!".
3.-El agudizamiento de las
contradicciones de la economía capitalista. El capitalismo se desarrolla en un
pueblo semifeudal como el nuestro; en instantes en que, llegado a la etapa de
los monopolios y del imperialismo, toda la ideología liberal, correspondiente a
la etapa de la libre concurrencia, ha cesado de ser válida. El imperialismo no
consiente a ninguno de estos pueblos semi-coloniales, que explota como mercados
de su capital y sus mercancías y como depósitos de materias primas, un programa
económico de nacionalización e industrialismo; los obliga a la especialización,
a la monocultura (petróleo, cobre, azúcar, algodón, en el Perú), sufriendo una
permanente crisis de artículos manufacturados, crisis que se deriva de esta
rígida determinación de la producción nacional, por factores del mercado
mundial capitalista.
4.-El capitalismo se encuentra en
su estadio imperialista. Es el capitalismo de los monopolios, del capital
financiero, de las guerras imperialistas por el acaparamiento de los mercados y
de las fuentes de materias brutas. La praxis del socialismo marxista en este
período es la del marxismo-leninismo. El marxismo-leninismo es el método
revolucionario de la etapa del imperialismo, y de los monopolios. El Partido
socialista del Perú lo adopta como método de lucha.
5.-La economía pre-capitalista
del Perú republicano que, por la ausencia de una clase burguesa vigorosa y por
las condiciones nacionales e internacionales que han determinado el lento
avance del país por la vía capitalista> no puede liberarse bajo el régimen
burgués, enfeudado a los intereses capitalistas, coludido con la feudalidad
gamonalista y clerical, de las taras y rezagos de la feudalidad colonial. El
destino colonial del país reanuda su proceso. La emancipación de la economía del
país es posible únicamente por la acción de las masas proletarias, solidarias
con la lucha antiimperialista mundial. Sólo la acción proletaria puede
estimular primero y realizar después las tareas de la revolución democrático-burguesa
que el régimen burgués es incompetente para desarrollar y cumplir.
6.-El socialismo encuentra, lo
mismo en la, subsistencia de las comunidades que en las grandes empresas
agrícolas, los elementos de una solución socialista de la cuestión agraria,
solución que tolerará en parte la explotación de la tierra por los pequeños
agricultores, ahí donde el yanaconazgo o la pequeña propiedad recomienden dejar
a la gestión individual, en tanto que se avanza en la gestión colectiva de la
agricultura, las zonas donde ese género de explotación prevalece. Pero esto, lo
mismo que el estímulo que se presta al libre resurgimiento del pueblo indígena,
a la manifestación creadora de sus fuerzas y espíritu nativo, no significa en
lo absoluto una romántica y antihistórica tendencia de construcción o
resurrección del socialismo incaico, que correspondió a condiciones históricas
completamente superadas y del cual sólo quedan como factor aprovechable dentro
de una técnica de producción perfectamente científica, los hábitos de
cooperación y socialismo de los campesinos indígenas. El socialismo presupone
la técnica, la ciencia, la etapa capitalista, y no puede importar el menor
retroceso en la adquisición de las conquistas de la civilización moderna, sino,
por el contrario, la máxima y metódica aceleración de la incorporación de estas
conquistas en la vida nacional.
7.-Sólo el socialismo puede
resolver el problema de una educación efectivamente democrática e igualitaria,
en virtud de la cual cada miembro de la sociedad reciba toda la instrucción a
que su capacidad le dé derecho. El régimen educacional socialista es el único
que puede aplicar plena y sistemáticamente los principios de la escuela única,
de la escuela del trabajo, de las comunidades escolares y, en general, de todos
los ideales de la pedagogía revolucionaria contemporánea, incompatible con los
privilegios de la escuela capitalista, que condena a las clases pobres a la
inferioridad cultural y hace de la instrucción superior el monopolio de la
riqueza.
8.-Cumplida su etapa
democrático-burguesa, la revolución deviene, en sus objetivos y su doctrina,
revolución proletaria. El partido del proletariado, capacitado por la lucha
para el ejercicio del poder y el desarrollo de su propio programa, realiza en
esta etapa las tareas de la organización y defensa del orden socialista.
9.-El Partido socialista del Perú
es la vanguardia del proletariado, la fuerza política que asume la tarea de su
orientación y dirección en la lucha por la realización de sus ideales de clase.
Anexos al programa se publicarán
proyectos de tesis sobre la cuestión indígena, la situación económica, la lucha
antiimperialista, que, después del debate de las secciones y de las enmiendas
que en su texto introduzca el Comité Central, quedarán definitivamente
formuladas en el Primer Congreso del Partido.
Desde el manifiesto, el Partido
dirigirá un llamamiento a todos sus adherentes, a las masas trabajadoras, para
trabajar por las siguientes reivindicaciones inmediatas:
• Reconocimiento amplio de la libertad de asociación, reunión y
prensa obreras.
• Reconocimiento del derecho de huelga para todos los
trabajadores. Abolición de la conscripción vial.
• Sustitución de la ley de la vagancia por los artículos que
consideraban específicamente la cuestión de la vagancia en el anteproyecto del
Código Penal puesto en vigor por el Estado, con la sola excepción de esos
artículos incompatibles con el espíritu y el criterio penal de la ley especial.
• Establecimiento de los Seguros Sociales y de la Asistencia
Social del Estado.
• Cumplimiento de las leyes de accidentes de trabajo, de
protección del trabajo de las mujeres y menores, de las jornadas de ocho horas
en las faenas de la agricultura.
• Asimilación del paludismo en los valles de la costa a la
condición de enFermedad profesional con las consiguientes responsabilidades de
asistencia para el hacendado.
• Establecimiento de la jornada de siete horas en las minas y en
105 trabajos insalubres, peligrosos y nocivos para la salud de los
trabajadores.
• Obligación de las empresas mineras y petroleras de reconocer a
sus trabajadores de modo permanente y efectivo, todos los derechos que le
garantizan las leyes del país.
• Aumento de los salarios en la industria, la agricultura, las
minas, los transportes marítimos y terrestres v las islas guaneras, en
proporción con el costo de vida y con el derecho de los trabajadores a un tenor
de vida más elevado.
• Abolición efectiva de todo trabajo forzado o gratuito, y
abolicion o punicion del regimen semi-esclavista en la montaña
• Dotación a las comunidades de tierras de latifundios para la
distribución entre sus miembros en proporción suficiente a sus necesidades.
• Expropiación, sin indemnización, a favor de las comunidades, de
todos los fundos de los conventos y congregaciones religiosas.
• Derecho de los yanaconas, arrendatarios, etc., que trabajen un
terreno más de tres años consecutivos, a obtener la adjudicación definitiva del
uso de sus parcelas, mediante anualidades no superiores al 60% del canon actual
de arrendamiento.
• Rebaja al menos en un 50% de este canon, para todos los que
continúen en su condición de aparceros o arrendatarios.
• Adjudicación a las cooperativas y a los campesinos pobres, de
las tierras ganadas al cultivo por las obras agrícolas de irrigación.
• Mantenimiento, en todas partes, de los derechos reconocidos a
los empleados por la ley respectiva.
• Reglamentación, por una comisión paritaria, de los derechos de
jubilación en forma que no implique el menor menoscabo de los establecidos por
la ley.
• Implantación del salario y del sueldo mínimo.
• Ratificación de la libertad de cultos y enseñanza religiosa al
menos en los términos del artículo constitucional y consiguiente derogatoria del
último decreto contra las iglesias no católicas. Gratuidad de la enseñanza en
todos sus grados.
Estas son las principales
reivindicaciones por las cuales el Partido socialista luchará de inmediato.
Todas ellas responden a perentorias exigencias de la emancipación material e
intelectual de las masas. Todas ellas tienen que ser activamente sostenidas por
el proletariado y por los elementos conscientes de la clase media.
La Libertad del Partido para
actuar públicamente, al amparo de la constitución y de las garantías, que ésta
acuerda a los ciudadanos para crear y difundir sin destricciones su prensa,
para realizar sus congresos y debates, es un derecho reivindicado por e1 acto
mismo de la fundación pública de esta agrupación.
Los grupos estrechamente ligados
que se dirigen hoy al pueblo por medio de este manifiesto, asumen
resueltamente, con la conciencia de un deber y una responsabilidad históricas,
la misión de defender y propagar sus principios y mantener y acrecentar su
Organización, a costa de cualquier sacrificio. Y las masas trabajadoras de la
ciudad, el campo y las minas y el campesinado indígena, cuyos intereses y
aspiraciones representamo5 en la lucha política, sabrán apropiarse de estas
reivindicaciones y de esta doctrina, combatir perseverante y esforzadamente por
ellas y encontrar, a través de esta lucha, la vía que conduce a la victoria
final del socialismo.
¡Viva la clase obrera del Perú!
¡Viva el proletariado mundial!
¡Viva la revolución social!
Escrito: Redactado por José Carlos Mariátegui en octubre de 1928, y aprobado en el Comité Central del partido, a comienzos de 1929.
Fuente: José Carlos Mariátegui, La organización del proletariado, Comisión Política del Comité Central del Partido Comunista Peruano (eds.). Lima: Ediciones Bandera Roja, 1967.
Preparado para el Internet: Marxists Internet Archive, diciembre de 2000.